Ayer, Donald Trump pronunció su primer discurso ante la Cámara de Representantes. Mucha chicha y poca limoná. Se esperaba que desgranase sus planes pero poco hizo al respecto.
Tiene previsto solicitar al Congreso que se apruebe una ley para invertir un billón de dólares en infraestructuras que se financiarían con capital público y privado. Claro, aquí el problema es que el país ya tiene de por sí una importante deuda. Respecto a su famosa reforma fiscal, no dijo absolutamente nada.
Bueno, los mercados se lo han tomado muy bien y eso que insisto, no dijo nada. El futuro S&P500 no hace más que subir desde que abrió la sesión y los mercados europeos suben un 1,30-1,50% (todo ello a la hora de escribir el presente artículo).
Los PMI manufactureros conocidos hoy en el Viejo Continente con el de la zona euro subiendo a 55,4 en lo que supone máximos de casi 6 años y el de Italia mejorando podían servir de excusa, pero hace tiempo que los mercados dejaron de moverse por la mayoría de referencias macro.
Muchas personas se preguntan que cómo puede ser que estando a la vuelta de la esquina una nueva subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que los mercados sigan subiendo tan alegremente.
Bien, vamos por partes. Es cierto que unos tipos de interés elevados encarecen toda financiación de las empresas y además la Bolsa, la renta variable, pierde interés y atractivo para los inversores en detrimento de la renta fija que incrementa la rentabilidad que ofrece a los inversores.
Esa es la idea general, motivo por el cual con tipos de interés altos las Bolsas caen.
Pero en el caso de USA el escenario es otro, es diferente. Una cosa es tener tipos de interés elevados y otra es subir los tipos de interés. Es decir, cuando se viene de estar un buen tiempo con tipos muy bajos, una subida pequeña de tipos no implica tener tasas elevadas, por lo que por aquí ningún problema, y además es visto como señal positiva de que la economía del país marcha favorablemente.
Por tanto, el hecho de que la Fed suba los tipos otros 25 puntos básicos no supone ningún trauma para los mercados, en todo caso una caída en el corto plazo pero nada del otro mundo.
En lo referente al dólar, decir que los movimientos en los tipos de interés sí repercuten siempre más en las divisas que en las Bolsas, por lo que el billete verde se vería fortalecido, se apreciaría frente al resto de divisas.
Y esto nos llevaría a la pregunta de qué compañías españolas podrían verse favorecidas por el auge del dólar y por ende por la subida de tipos de interés.
En principio, aquellas empresas que tengan una exposición en USA y que buena parte de su negocio sea en dólares. Ejemplos: Grifols, Iberdrola, ACS, Ferrovial.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
wisetrend.es