«Uno de los grandes gestores de moda de la Bolsa española dijo hace unos años que España no le interesaba, porque había poco que rascar y, además, estaba muy influenciada por el riesgo político. Le fueron bien las cosas extramuros, hay que reconocerlo ¿Y ahora? Intenté hablar con él hace unos días, pero no me cogió el teléfono ¡Cosas veredes! Son muchos los que mueren de éxito, los que se suben a la torre de marfil, hasta que se pegan el batacazo y se llevan por delante a todos sus seguidores y creyentes ¡Cuándo aprenderemos! Pero al grano. El capo no me ha cogido el teléfono, pero sí uno de sus acólitos. Ya saben, siempre hay fugas de información y, además, de quienes menos sospechan. Me dice mi confidente que han cambiado el rumbo, que se han acogido al refranero español cuando dice que más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer. Tienen miedo al desorden político global, a los diferentes procesos electorales. Referencia, como pueden leer más abajo, a la que aludía hace unos días The Wall Street Journal. Sí, otra vez en el filo de la navaja. Incertidumbre. Paralización. Miedo, en muchos casos, lo que redundará de manera negativa en el crecimiento económico global , como ya lo sentimos en España el año pasado (Banco de España, dixit). Factor político, riesgo político, que hay que tener muy en cuenta. Ya sabemos que las sorpresas están a la vuelta de la esquina», me dice el director de Bolsa de una importante gestora española.
Un repaso a las citas electorales de la mano de Droblo:
Y la política, y las convocatorias electorales, volverán a ser protagonistas en 2017. Nos vamos a fijar en 4 de ellas:
15 de marzo, elecciones generales en Holanda. Estas no inquietan demasiado ya que aunque las encuestas dicen que la fuerza más votada será la del ultraderechista Wilders, al que sus oponentes califican de xenófobo, le otorgan en el mejor de los casos menos del 25% de intención de voto y, dado su carácter radical, es muy difícil que pueda encontrar aliados para desbancar al resto de partidos, mucho más proclives al pacto entre ellos. Además, las críticas no son tanto al € o a la UE como instituciones sino que son sobre todo a la política migratoria común.
23 de abril, elecciones presidenciales en Francia. Aquí también se esperaba que Le Pen, muy crítica con el € y la UE, fuera la más votada -las encuestas le otorgaban en torno a un 30% de apoyo- pero el candidato de la derecha Fillon parece haber cogido mucho impulso y últimamente ambos salen con en torno a un 25% de la intención de voto. En cualquier caso al haber segunda vuelta y suponer que los que no lleguen a ella tras la primera pedirán el voto para el candidato que no sea Le Pen, se antoja complicado que Francia tenga presidenta este año.
Elecciones federales en Alemania que serán entre el 27 de agosto y el 22 de octubre. Se eligen los parlamentarios y son las únicas en las que, a priori, la fuerza más votada seguro que no será de ultraderecha. Eso sí, se espera que crezcan mucho en votos aunque sin acercarse a los números de Merkel que se supone ganará y pactará (ya lo ha hecho en estos años tanto con socialdemócratas como con liberales) para poder gobernar 4 años más.
El tema de la inmigración es clave en estas tres elecciones de tres países ricos y es el principal argumento utilizado por las opciones más radicales, por eso cualquier nueva ola de refugiados o atentados islamistas podrían aumentar sensiblemente su intención de voto pero en general no parece que tras esas elecciones vaya a cambiar nada sustancial en la Eurozona.
Pero dije que eran 4 y es que aún falta la consulta catalana que ignoro si se llegará a celebrar pero ya ha sido convocada por el gobierno autonómico. Puede provocar inestabilidad aunque personalmente lo que más me preocupa es que en Italia acaben convocando elecciones anticipadas porque su situación tanto económica como política es muy delicada.
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Ha escrito JON SINDREU en Wall Street Journal que el riesgo político gana peso en la decisión de los inversionistas globales: Los mercados se han vuelto verdaderamente globales, pero el lugar de residencia de los inversionistas podría ser cada vez más determinante en sus decisiones.
Es probable que los inversionistas estén menos preocupados por los riesgos políticos que ven en muchos países occidentales si viven en el país que causa esas inquietudes. Algunas señales sugieren que, ante la complejidad de la política exterior, prefieren invertir en mercados con los que están más familiarizados.
Este año, las elecciones en Francia, Holanda y, posiblemente, Italia podrían afectar el futuro de la zona euro, al tiempo que se prevé el inicio de las negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Algunos inversionistas temen que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgue políticas proteccionistas que afecten la economía mundial.
“Diferentes regiones y diferentes países a menudo ven un evento muy similar de forma muy, muy diferente”, afirma Michael Kelly, director del equipo multiactivos de PineBridge Investments, que tiene alrededor de US$82.600 millones bajo gestión.
Los inversionistas dicen que se ven obligados a volverse expertos en relaciones internacionales. Ante esta perspectiva, muchos se están refugiando en lugares que conocen mejor y vendiendo activos en el exterior en el corto plazo. A menudo se han equivocado.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa