El acuerdo alcanzado por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de recortar el suministro es cierto que es una buena razón para que el precio del crudo suba, como así está sucediendo. De todas maneras, hay un tema que podría limitar o dificultar esta subida y se llama dólar.
Si bien es cierto que desde The Wall Street Journal advertían de que podría producirse una desaceleración de la demanda, que podría crecer en el 2017 a su menor ritmo desde el año 2014 y que China no está incrementándola al ritmo anterior, es el dólar lo que debería de tener en vigilancia a los inversores.
Y es que la reciente subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos implica un fortalecimiento del billete verde, máxime si tenemos en cuenta que se espera que a lo largo del 2017 vuelvan a subir las tasas de interés dos o tres veces más.
¿Y esto qué tiene que ver con el petróleo? Una mayor fortaleza del dólar norteamericano podría reducir la demanda de crudo de los mercados emergentes, algo que la Historia así nos muestra. Esto se debe a que se encarecería la deuda de estos países y sus importaciones. Por tanto, al estar el petróleo denominado en dólares, termina resultando más caro.
Por tanto, una de cal y otra de arena para la cotización del petróleo. En mi opinión, el resultado será que el precio del petróleo seguirá subiendo mientras se respete el acuerdo reciente de la OPEP, pero la apreciación del dólar hará que lo haga a un ritmo más pausado y moderado, estando el primer objetivo en el 2017 en torno a los 60 dólares el barril.
Los principales beneficiarios serían:
- Estados Unidos al ser uno de los tres principales productores de crudo (extraer más de nueve millones de barriles al día)
- Rusia, Brasil, los productores de Medio Oriente, Nigeria.
- Incrementaría la inflación en Estados Unidos, Europa y Japón.
En junio les comenté que los inversores han estado haciéndose con contratos de futuro cuyos plazos son los años 2018, 2019 y 2020. Esto implica que apuestan por un petróleo en torno a los 80 dólares en el 2018, en la barrera de los 100 dólares en el 2019 e incluso alcanzando los 105-110 dólares en el 2020.
Parecen cifras galácticas, por lo que vayamos con calma y sin prisa alguna. De momento estamos aún alejados de ello (hoy por la mañana cotiza el futuro en 53,25 dólares). En principio, espero un precio de 60 dólares durante los próximos 12 meses, antes de que acabe el 2017.
Técnicamente hablando, la tendencia alcista sigue vigente y el precio continúa dentro del rango de su canal ascendente. La zona niveladora de los 43,20 dólares que se formó en septiembre ha actuado muy bien cuando el precio acudió a ella para oxigenarse y retomar fuerzas en noviembre, fue justo tocar dicha zona de 43,20 dólares y retomar la subida con más fuerza aún si cabe.
Presenta una resistencia por arriba en los 61,23 dólares, resistencia interesante que seguramente haga que el día que llegue el precio no pueda con ella y rebote a la baja, al menos en el primer intento.
Si tenemos en cuenta que el primer objetivo para los próximos meses son los 60 dólares y que la resistencia fuerte se encuentra en los 61,23 dólares, todo ello nos podría llevar a pensar que ese entorno de precios pudiera ser adecuado para salir de las compras y en todo caso buscar aprovechar el presumible rebote a la baja.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es