FinTech vs Bancos: Analizando la mejor opción para nuestra cartera
La disrupción del sector FinTech en el ámbito financiero ha supuesto una nueva oportunidad para nuestra cartera de inversión.
En la actualidad, nos encontramos con un sector relativamente joven que presenta un gran potencial de crecimiento (el FinTech) frente a uno más consolidado que ha atravesado una fuerte crisis sistémica (la Banca tradicional).
Ante este escenario nos enfrentamos ante una clara disyuntiva, ¿en cuál de los dos sectores obtendremos mayor rentabilidad?
El binomio riesgo vs rentabilidad en la relación FinTech/Banca
Muchas startups FinTech de nueva creación presentan un gran potencial de crecimiento, pero en general entrañan un mayor riesgo, esto se traduce en el hecho de que a menudo la rentabilidad esperada de invertir en startups FinTech sea bastante elevada.
Dentro de las empresas FinTech debemos diferenciar aquellas que tienen pocos meses de vida y están en fase de captación de fondos (“seed funding”) de las compañías y marcas consolidadas, como es el caso de la web de minicréditos de MoneyMan, que permite a miles de particulares de toda España conseguir financiación para hacer frente a gastos imprevistos.
El primer tipo de compañías FinTech mencionadas en el párrafo anterior, a menudo permiten conseguir una suculenta rentabilidad, sin embargo su volatilidad es muy elevada (por lo que la probabilidad de “ganar o perder mucho dinero” con nuestra inversión es prácticamente como el suceso aleatorio de lanzar una moneda al aire).
El segundo tipo de startups FinTech (las consolidadas) aportan una rentabilidad inferior a las primeras pero con mayor estabilidad, puesto que se encuentran en fase de expansión y además cuentan con más soportes y garantías para nuestra inversión. Por lo que constituyen una excelente oportunidad para nuestra cartera.
¿Qué hay de los bancos?
Las entidades bancarias tradicionales tienden a fluctuar de forma más volátil en los mercados de valores desde el estallido de la crisis económica. Sin embargo, a pesar de todo, sus fluctuaciones son más estables. Esto viene a traducirse en el hecho de que resulta difícil encontrar un “chicharro” entre estos valores, así como obtener una buena rentabilidad (más allá de los dividendos), a menudo las operaciones perdedoras se compensan con las ganadoras y viceversa.
Si buscas una cartera de inversión con pocos altibajos (y rentabilidades bastante reducidas con una “cierta” estabilidad), invertir en entidades bancarias puede ser una buena idea.
¿Por qué elegir? FinTech + Bancos en la misma cartera de inversión
Podemos optar por diversificar nuestra cartera de valores invirtiendo en activos de empresas FinTech y también en bancos consolidados.
De esta forma, podemos diversificar riesgos e incrementar las posibilidades de éxito.
La estructura de nuestra cartera (FinTech + Bancos) puede tener la siguiente composición:
10% En Startups FinTech con gran potencial de crecimiento (pero inestabilidad)
35% En Startups Fintech consolidadas
30% En Bancos consolidados
25% En “Challenger Banks”
Más allá de la renta variable, ¿por qué hacerse socio de una startup FinTech?
Muchas personas a la hora de realizar una inversión, se plantean invertir solo en activos de renta variable de compañías que cotizan en bolsa.
Sin embargo, es frecuente encontrar a empresas con un gran potencial de crecimiento que no cotizan en el mercado secundario.
Hacerse socio de una startup FinTech puede suponer una excelente opción de negocio.
Si somos ambiciosos y estamos dispuestos a asumir riesgos en nuestra cartera de inversión, debemos acercar posturas con las estrategias que siguen los fondos de capital riesgo (Venture Capital).
Con una inversión de unos 3.000€ en una startup FinTech en fase de “seed funding” podremos conseguir una participación importante sobre el capital social (comparada con la que obtendríamos si destinásemos la misma cantidad de dinero a invertir en una entidad bancaria).
En caso de que trabajes en una startup FinTech, puedes optar por convertirte en accionista de la misma y conseguir ingresos adicionales al salario.
Conclusión:
La decisión de invertir en startups FinTech o Bancos depende del enfoque que queremos darle a nuestra cartera. Si queremos una cartera sin fluctuaciones apostaremos por bancos consolidados, si optamos por una mayor rentabilidad a un riesgo aceptable, invertiremos en startups FinTech consolidadas y si buscamos un auténtico “chicharro” enfocaremos nuestra estrategia a “seed funding” de startups FinTech de nueva creación.