Siempre se ha querido poder medir de alguna manera la actividad económica de un país, siendo el Producto Interior Bruto (PIB) una forma más, que mide la cantidad total de bienes y servicios que se producen en un país en un periodo de tiempo determinado.
Lo ideal es tener un PIB alto, ya que ello implica que se están llevando a cabo muchas transacciones económicas cuya final es proporcionar a las personas bienes y servicios.
Hay que tener en cuenta que en el PIB sólo se tienen en cuenta las transacciones que implican dinero, por lo que quedan excluidas otras actividades no remuneradas (cuidar a los niños en casa, cuidad a los mayores en casa) que son importantes y útiles para una sociedad.
Comparar el PIB entre países puede distorsionar un poco la realidad. Por ejemplo, en USA todo lo que se produce se vende y queda dentro del PIB, en cambio países con fuerte implicación rural y pequeños agricultores, gran parte de la producción es para el consumo familiar, de manera que no lo recoge el PIB.
Aunque es posible utilizar los ingresos o los gastos para medir el PIB, los economistas prefieren utilizar los ingresos porque los Gobiernos obligan a las personas y a las empresas a registrar todos los ingresos para poder gravarlos, de manera que con los ingresos el PIB es más realista.
Todos los ingresos en la economía fluyen a cuatro categorías:
- Ingresos del factor trabajo son los salarios.
- Los del factor tierra son las rentas.
- Los del factor capital son los intereses.
- Los del factor empresarial son los beneficios.
Cada uno de estos cuatro tipos de ingresos forman un flujo de dinero que recompensa un flujo de servicios necesarios en la producción.
Un activo es un ente durable que no se consume directamente, sino que se suministra un flujo de servicios que el individuo consume. Por ejemplo, una casa es un activo que no se consume y que proporciona el servicio de vivir en ella. Un coche es un activo que no se consume y aporta el servicio de transporte.
Cada persona puede optar entre comprar un activo y ser titular de los servicios que aporte o bien que el dueño del activo sea otra persona y nosotros paguemos un dinero por los servicios que aporta. Por ejemplo, es la diferencia entre comprar una casa o alquilarla.
Conviene tener en cuenta que no todas las transacciones sirven para el cálculo del PIB. Aparte de aquellas en las que no medie dinero, tenemos otras. Y esto es porque El PIB mide el valor de lo que se produce en un periodo de tiempo y la mayoría de transacciones que se producen intercambian el derecho de propiedad de cosas producidas hace tiempo. Por ejemplo, una casa que se construyó hace 20 años y que se vende no contará en el PIB de este año, ya que en ese PIB sólo se incluyen las ventas de casas recién construidas.
Los bienes producidos se contabilizan como parte del PIB en cuanto se producen, incluso antes de que se vendan. Por ejemplo, se termina una casa cuyo valor de mercado son 300.000 euros y pasa a formar parte del PIB aunque se tarde meses en vender. Si se terminó de hacer el 29 de diciembre de 2015, sumó 300.000 euros al PIB de ese año, si la casa se vende el 15 de abril de 2016, no se contará en el PIB de 2016, ya que no se permite la doble contabilización.
Así pues, un PIB elevado sólo significa que se están produciendo muchas cosas y que se están poniendo en el inventario, no significa necesariamente que las empresas estén vendiendo mucho ese año. Es más, podemos tener un PIB elevado y que la economía esté cerca de entrar en recesión porque los inventarios se están acumulando y los empresarios van a empezar a disminuir la producción para ajustarlos a los niveles óptimos. Es por ello que para analizar la economía de un país, se suele mirar más a los niveles de inventario que al PIB.
Incluso fíjense que un PIB que esté aumentando puede ser por cosas muy negativas. Por ejemplo, si un huracán destruye parte de una ciudad, a medida que se llevan a cabo las obras de reconstrucción el PIB se incrementará, ya que se producen muchas cosas para arreglar la ciudad devastada.
Todo esto nos lleva a la ecuación del PIB. El modelo Keynesiano fue desarrollado en 1936 por John Maynard Keynes en su libro La teoría general del empleo, el interés y el dinero, un libro como respuesta a la Gran Depresión. Keynes pensaba que las políticas gubernamentales para combatir la recesión económica tenían que centrarse en que la gente aumentara los gastos en bienes y servicios.
La ecuación es: Y = C + I + G + EN
C: gastos de consumo.
I: gastos de inversión.
G: compra de bienes y servicios del gobierno.
EN: exportaciones netas.
En todos los países los Gobiernos consumen y mucho PIB. En USA , el Gobierno consume el 35% (teniendo en cuenta ámbito local, estatal y federal). En otros países aún más. El Gobierno obtiene el dinero para comprar de los impuestos y de préstamos (mediante la venta de bonos). Si los ingresos tributarios de un Gobierno son iguales a sus gastos, tiene un presupuesto equilibrado. Si los ingresos son mayores que los gastos tiene un superávit presupuestario. Si los gastos exceden de los ingresos tiene un déficit presupuestario.
Cuando un país vende bienes o servicios producidos internamente a otro país (a la empresa de otro país) hablamos de exportaciones (lo contrario serían importaciones, comprar bienes o servicios a otro país). Las exportaciones netas es el valor total de todas las exportaciones menos el valor total de todas las importaciones durante un periodo de tiempo.
Cuando hablamos de PIB, concretamente cuando se utiliza el concepto de gastos para totalizar el PIB, hay que sumar las exportaciones netas. ¿Y por qué sólo las netas? La finalidad de agregar los gastos para obtener el PIB es calcular cuanto dinero se ha gastado en productos hechos en el propio país. Los residentes del país caen en la mayoría de esos gastos, pero sus productos también se consumen en el extranjero. Es por ello que hay que sumar las exportaciones netas para tener una idea más clara de los gastos hechos en bienes y servicios que se producen internamente.
Es decir, hay que restar las importaciones de bienes extranjeros para diferenciar los gastos totales que los residentes del país hacen en todos los bienes y servicios, de los gastos en bienes y servicios producidos internamente.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es