La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo ayer sin cambios las tasas de interés a corto plazo después de una reunión en la que no hubo unanimidad, pero el mensaje fue claro: esperan subir tipos al menos una vez antes de terminar el año.
Desde primeros de año vengo comentando en mi blog que no esperaba subida de tipos antes de diciembre y expuse las razones. Simplemente era aplicando un poco de lógica y de sentido común, algo arriesgado teniendo en cuenta que los mercados y la economía en muchísimas ocasiones adolecen de tales virtudes, pero bueno. La Fed no dejó de lanzar globos sonda todos los meses diciendo que podían dar el paso ya, pero en realidad lo que pretendían era ver cómo respiraba el mercado, cómo reaccionaban los inversores. En definitiva, ruido mediático.
Y es que la economía norteamericana creció a un ritmo anualizado del 0,8% en el primer trimestre y del 1,1% en el segundo trimestre, la producción industrial y las ventas minoristas cayeron en verano, lo que refleja la debilidad de la demanda. De manera que aunque el tema del empleo esté yendo bien, no toda la economía norteamericana está fuerte.
Además, por si esto fuera poco (aparte de que la inflación no logra alcanzar el objetivo fijado por la entidad en el 2%), el aumento del coste de los préstamos en dólares a corto plazo afecta a las entidades financieras y este endurecimiento de las condiciones de los préstamos limita que la Fed pueda atreverse a subir las tasas de interés.
Es un hecho que los Bancos Centrales de Europa y de Japón se han adentrado en un terreno pantanoso y cuanto menos delicado, por no decir que peligroso. Están cada vez adoptando políticas monetarias más agresivas pese a que no se están logrando los objetivos fijados inicialmente y la Fed no quiere caer en el mismo «error».
Este es el motivo por el cual también se resisten a implementar tipos negativos, ya que la experiencia de otros Bancos Centrales no es muy alentadora. En los países nórdicos resulta que en vez de fomentar y animar el consumo, lo que provocó fue todo lo contrario, una contracción debido a que fue el ahorro lo que salió fortalecido, las personas no gastaban más, sino que se reservaban el dinero, alcanzando niveles records. En Japón está sucediendo algo similar, pero en menor medida, y encima no logran frenar el fortalecimiento de su divisa, el yen.
China y las economías emergentes siguen respirando. No saldrían precisamente beneficiados de una subida de las tasas por parte de la Fed, entre otras razones porque las presiones sobre el yuan se acentuarían. Tengan en cuenta que el Banco Popular de China quiere seguir manteniendo un tipo de cambio estable respecto al dólar, motivo por el cual interviene en los mercados vendiendo dólares y comprando yuanes.
Pero también hay presiones del Banco de Pagos Internacionales (BPI) que representa a 60 bancos centrales y busca promover la estabilidad financiera internacional. En su momento se pronunció aduciendo que un dólar fuerte supone una nueva amenaza para la estabilidad económica mundial, ya que sobrecarga el sistema bancario y los mercados financieros.
El tema es el siguiente: cuando el dólar se depreciaba frente a las monedas nacionales de los prestatarios, les resultaba relativamente sencillo amortizar sus deudas, en cambio con la fortaleza del dólar sucede lo contrario y desincentiva el crédito en dólares, hecho que reduce los flujos de capital del dólar a otras divisas. Así pues, un billete verde más fuerte haría más difícil para algunos países el pago de los servicios de la deuda denominada en la divisa estadounidense. En el otro lado, un dólar más débil hace más fácil a los mercados emergentes pagar los intereses de su deuda y también impulsar los precios de materias primas como el crudo y los metales.
La próxima reunión de la Fed será el 1 y 2 de noviembre, una semana antes de las elecciones presidenciales y siguiendo la tradición de la entidad de no interferir ni directa ni indirectamente en campañas políticas, lo normal es que esperen a la última reunión del año que será a mediados de diciembre para subir tipos de interés.
Mientras, los mercados han reaccionado como cabía esperar. Por un lado las Bolsas subiendo y por otro lado el dólar depreciándose. Les emplazo a diciembre…
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Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es