El lunes los mercados caían con fuerza, pero los futuros, que cierran más tarde, al final se recuperaron con fuerza, tanto en Europa como en USA.
El motivo hay que buscarlo en James Brainard de la Fed, una persona que siempre se ha caracterizado por su gran prudencia a la hora de subir tipos de interés y que su opinión iba a ser un barómetro muy importante, puesto que si cambiaba su discurso la subida de tasas era un hecho inevitable. Finalmente, mantuvo su postura.
Y es que la evolución de la economía norteamericana está bien pero no es suficiente para que se suban ya los tipos de interés.
Al menos, y para tranquilidad de los inversores, hasta la reunión del 21 de septiembre no hablará ningún miembro más de la entidad.
Les venía indicando la pasada semana que se estaba produciendo una inacción por parte del BCE y la Fed, y que los mercados se estaban moviendo por expectativas y no por acciones reales.
Efectivamente, las expectativas empiezan a ser algo pesimista entre los inversores, ya que estaban mal acostumbrados desde hace bastante tiempo a que los bancos centrales colocasen una red y así no había vértigo a caer.
Pero ahora los inversores empiezan a plantearse si realmente los estímulos han tocado techo y han llegado a su fin.
Y es que la gran mayoría esperaban que el pasado jueves el BCE anunciase ampliar la duración y vigencia del programa QE más allá de marzo del 2017 o bien flexibilizar los límites impuestos a las compras. Pero la entidad hizo oídos sordos y no hubo nada de nada.
Y no olvidemos también que con las normas actuales, el BCE podría quedarse sin bonos alemanes en pocos meses, ya que no puede comprar deuda cuya rentabilidad se sitúe por debajo de la tasa de depósito y solo puede tener un 33% de los bonos disponibles de cada emisor con vencimiento entre los 2 y los 30 años.
En el anterior artículo que escribí el 7 de septiembre, les comenté que el futuro Dax llegó a su resistencia de los 10726 puntos y el futuro Eurostoxx también llegó a su resistencia de los 3091 puntos, siendo ésta de las importantes. Unos días después, fue el futuro Ibex el que se sumó a las resistencias llegando a los 9118 puntos.
Si juntamos por un lado la inacción del BCE y por otro la actuación de las resistencias en las Bolsas europeas, tenemos el caldo de cultivo que explica las caídas en la renta variable.
La volatilidad, pese a incrementarse estos últimos días, continúa por debajo de 20, de manera que no ha llegado el miedo a los inversores.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es