Cuando en un periódico financiero leemos que la volatilidad está aumentando peligrosamente, normalmente dicha noticia suele hacer referencia a que el valor del índice VIX se está incrementando notablemente. Pero, aparte del VIX, existen otros tipos de volatilidad en los mercados financieros y, de hecho, la forma de cálculo de cada uno de estos conceptos es totalmente diferente de la de los demás.
Aunque, obviamente, se puede operar en Bolsa sin tener en cuenta estos ratios, nunca está de más saber en qué consisten los distintos tipos de volatilidad. Yo soy de los que opina que hay que intentar usar el menor número posible de indicadores técnicos en nuestras estrategias. Pero, eso sí, para poder seleccionar los mejores es necesario dedicar algo de tiempo a conocer el significado de cada uno de ellos.
Tipos de Volatilidad y el índice VIX
Cuando estamos operando en los mercados financieros, uno de los factores relevantes que deberíamos tener siempre en consideración es la Volatilidad. Dicho esto, hay que tener en cuenta que, cuando hablamos de Volatilidad, podemos estar refiriéndonos a tres conceptos diferentes.
1º) Volatilidad real:
Si hablamos de Volatilidad real, nos estamos refiriendo a los vaivenes del precio que se producen durante la negociación de una sesión diaria. Esto es, a la diferencia que hay entre el precio máximo y el precio mínimo de un día cualquiera. Si un activo es muy volátil dicha diferencia frecuentemente será grande y, por tanto, en el caso de los activos poco volátiles será reducida. Este concepto está bien representando por el indicador ATR (Average True Range), del cual hemos hablado en innumerables ocasiones en el blog (ya sabéis que no puedo esconder mi predilección por el ATR).
2º) Volatilidad histórica:
La Volatilidad histórica es un dato calculado en función de parámetros estadísticos. Se trata de la desviación estándar anualizada de los precios de cierre del subyacente durante un determinado período de tiempo. Como dicho período se podrían tomar, por ejemplo, los últimos 30 días.
3º) Volatilidad implícita:
Cuando se habla de Volatilidad, la mayoría de los medios financieros se están refiriendo a la volatilidad implícita, concepto representado por el índice VIX. Pero, ¿a qué hace referencia el VIX? Este indicador, conocido también como el índice del Miedo, mide la volatilidad implícita de las opciones abiertas call y put con vencimiento a 30 días sobre el SP500.
¿Y qué es la Volatilidad implícita? La volatilidad implícita, a diferencia de la volatilidad real o de la histórica, viene derivada del precio de mercado de la propia opción. Recordemos que las variables asociadas a una opción son las siguientes: Prima de la opción, Precio del activo subyacente, Precio del strike, Tipo de la opción, Tiempo para vencimiento, Tasas de interés, Dividendos y Volatilidad.
De estos 8 factores, todos ellos son conocidos excepto la Prima y la Volatilidad. Por tanto, si al cierre de una sesión se recoge el importe de la prima que el mercado está pagando por una opción concreta entonces no será difícil obtener el valor de la Volatilidad implícita asociada a su activo subyacente.
Hay que tener en cuenta que existen multitud de metodologías para determinar el valor (la prima) de una opción. Una de las más conocidas es el método de cálculo de Black-Scholes, cuya revisión ya se sale de los objetivos que me he marcado para este post. Si a alguien le interesa, aquí puede encontrar información detallada sobre el modelo Black-Scholes.
Aunque nunca vayamos a hacer uso de estos indicadores, creo que es importante (tal y como he dicho al principio) que tengamos claro en qué consiste cada uno de los tipos de volatilidad. Como mínimo, esto nos servirá para interpretar correctamente a los medios financieros y nos evitará sentirnos confundidos por las noticias que se publiquen en ellos.
Fuente: Tambolsa