Los mercados no suelen caracterizarse precisamente por regalar dinero a los inversores. Las pocas ocasiones en que se producen regalos prácticamente garantizados suelen suceder en los mercados de divisas con las intervenciones de los Bancos Centrales (como fue el caso con el yen japonés, con el franco suizo, con la corona sueca).
Finalmente no hubo sorpresas y el Banco de Inglaterra bajó los tipos de interés al 0,25% en un movimiento que no realizaba desde el pasado año 2009 y lo que supone mínimos históricos para la entidad. Y es que con el Brexit y las últimas referencias macro (PMI manufacturero, PMI construcción, venta viviendas, flujo de crédito) era inevitable.
Es más, la confianza del consumidor británico ha caído en agosto a un mínimo de dos años. La encuesta del Banco de Inglaterra sobre las condiciones de negocio refleja un escenario no muy alentador para el sector privado. La rentabilidad del bono a 10 años marcó nuevos mínimos históricos.
El BoE es consciente de que la economía británica se estancará en lo que resta de año, por lo que no descarta seguir actuando, es decir, recortar más aún si cabe los tipos de interés, incrementar el programa QE a 100.000 millones de libras, etc. Eso sí, descartan las tasas negativas, al menos por el momento.
Y es que la idea o estrategia del BoE era previsible, puesto que no tiene nada de original: inundar de liquidez el sistema para favorecer la concesión de préstamos, la inversión, en una palabra, que el dinero fluya y se mueva. Sin olvidar depreciar la libra para impulsar su sector exportador. De esta manera esperan animar a los inversores y que suba la Bolsa, generando confianza.
Pero todo tiene también su lado oscuro y en este caso no iba a ser menos. La pregunta es: ¿cómo impulsar el crédito por el lado de la oferta si lo que cae es la demanda? Es el gran dilema al que se están enfrentando los Bancos Centrales que han adoptado medidas similares.
Los inversores eran plenamente conscientes de que el BoE actuaría, no en vano en los días previos a la reunión las posiciones de cortos (ventas) en la libra esterlina llegaron a niveles récord.
Los titulares de hipotecas multidivisa en libras siguen de enhorabuena. El Brexit y su principal consecuencia (la devaluación de la divisa británica) provocaron y seguirá provocando que el euro se aprecie frente a la libra, hecho que les favorece y mucho para disminuir la carga del préstamo hipotecario. Recuerden que les interesa que eur/gbp suba, cuanto más mejor.
La libra se ha convertido en la peor divisa del año superando al peso argentino, acumulando una caída del 12% frente al dólar en lo que llevamos de año.
Les comenté en Twitter que una victoria del Brexit implicaría fuertes subidas en eur/gbp con un primer objetivo en 0,86 y un segundo objetivo en 0,8750. El primero fue alcanzado el 6 y el 7 de julio, queda pendiente el segundo, que de momento está a la vuelta de la esquina, puesto que ha subido por el momento a 0,8725.
Si observan el gráfico, pueden ver cómo tras la victoria del Brexit la libra se hundió (fuerte subida en eur/gbp) y logró romper la resistencia (línea roja), originando una señal de subida.
Una vez se alcanzó el primer objetivo indicado de 0,86 el mercado descansó un poco, momento en el que se gestó un patrón triangular simétrico que suelen ser de continuidad de la tendencia previa. En este caso, al romper el precio el patrón por arriba volvió a dar otra señal de subida.
Cuando el precio llegue al segundo objetivo de 0,8750, podría pararse y rebotar a la baja, al menos en los primeros compases, puesto que se trata de una resistencia. De manera que una tercera señal de subidas se produciría cuando logre romper dicha zona.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es