ECB Executive Board member Sabine Lautenschläger said that she sees no need for further rate cuts “especially considering the cost-benefit balance”. She added that “if the conditions for an end to expansive monetary policy were there, I would be the first to vote [for tighter policy]” and that helicopter money had never been considered or discussed at the ECB. She also said that she sees a need for consolidation in the banking sector in particular in regions with high economic uncertainty and that regulation reform should be over by the end of the year.
Tres mensajes claros con respecto a la política monetaria en Europa:
- No hay necesidad de bajar más los tipos de interés
- No se dan las condiciones para subirlos, aún
- Una mayor expansión monetaria sin restricciones no se ha valorado
Pero, naturalmente, estamos hablando de una de las voces más críticas en el pasado con respecto a las medidas monetarias excepcionales expansivas. Críticas sobre su eficacia y con su duración. No es muy diferente la posición que mantiene el propio Presidente del Buba. En ambos casos reconociendo que el escenario actual merece mantenerlas.
Un buen amigo que trabaja en un banco internacional me comentaba hace poco algunas experiencias obtenidas en un reciente viaje a Asia. Y en el caso de los bancos centrales, el intenso debate que generaba su margen de maniobra futuro. Al leer los comentarios de ayer de Sabine, inmediatamente me vino a la cabeza. En definitiva, mi amigo me comentaba las dudas crecientes sobre la eficacia de las medidas monetarias expansivas y la sensación de que, siendo poco eficientes en términos económicos y para aumentar la inflación, tienen que ir siempre a más. Al final, un círculo vicioso de difícil salida para los bancos centrales bajo la prioridad constante de defender la estabilidad financiera.
Dicho esto, también reconocía mi amigo que había posiciones finales radicalmente opuestas entre aquellos que esperaban que finalmente se optara por subir tipos y aquellos que defendían el helicopter money. Los primeros, al menos por el momento, se referían a la Fed. Los segundos, naturalmente, pensaban en el ECB y el BOJ.
La semana pasada el Gobernador del BOE admitió que tenía un “amplio rango de instrumentos” para expandir más la política monetaria. Pero siempre que haya razones para ello.
También ayer la Fed mostró en las Actas de la reunión de junio que hay una clara división entre los consejeros sobre el próximo camino a tomar: cuestiones sobre la temporalidad o no de la debilidad del mercado de trabajo, sobre las implicaciones de la tensión internacional, Brexit ya incluido, sobre la baja productividad y también bajo stock de capital. ¿Significa esto que se aplaza la subida de tipos prevista para el verano? Esto es lo más probable…. ¿significa que no subirá los tipos de interés de bien entrado 2017 como espera el mercado? Veremos.
http://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/files/fomcminutes20160615.pdf
Fuente: Citi
Por lo que respecta al ECB, ya saben: se deben barajar los pros y contras de tomar nuevas medidas. Entre los potenciales beneficios, sin duda estará la necesidad de seguir creando mercado. Entre los costes, además del impacto negativo en la banca (y ahora de forma prioritaria en las valoraciones de la banca en el mercado), el riesgo de excesos en las carteras, infravalorar riesgos y hasta premiar la deuda frente al ahorro. A esto se le denomina restricción financiera.
Naturalmente, aquí hablamos de beneficios a corto plazo y potenciales costes a medio y largo plazo. Pero, el aplazamiento en el tiempo de estos potenciales costes no significa que se puedan obviar. No, no deberían ser infravalorados frente a la posibilidad de mantener unos mercados financieros soportados aunque sea con precios cada vez más distorsionados.
José Luis Martínez Campuzano
La Carta de la Bolsa