Tras el Brexit, los mercados afrontan otro verano no apto para cardíacos, que generará oportunidades de inversión a medio y largo plazo.
En este escenario, los analistas de Renta4 optan en su cartera de grandes valores por una combinación de empresas defensivas y valores muy castigados y con un negocio en plena recuperación.
El verano nunca ha sido un periodo particularmente positivo para las bolsas, debido a la caída de los volúmenes de negociación. Pero en los últimos años se han vuelto frecuentes los llamados cisnes negros, eventos inesperados capaces de sacudir la economía global y los mercados internacionales.
Si el año pasado los temores sobre el futuro de China marcaron el rumbo de la renta variable durante agosto, en esta ocasión la gran amenaza bursátil es el Brexit. En este escenario de incertidumbre, los analistas de Renta 4 cortan toda exposición a Reino Unido pero siguen viendo oportunidades en renta variable.
La firma apuesta por una combinación de empresas defensivas que resistan las turbulencias bursátiles, con valores muy castigados que puedan beneficiarse de potenciales rebotes.
Cellnex: La filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Abertis es una de las últimas incorporaciones al Ibex y no ha tardado en abrirse paso entre los favoritos de Renta 4. Su negocio se centra en el alquiler de torres de telecomunicaciones para otros operadores, en España e Italia. Este negocio es relativamente estable, ya que se basa en contratos orientados al medio y largo plazo; por lo que ofrece ingresos recurrentes y previsibles.
Cellnex es una empresa relativamente nueva y opera en un sector fragmentado y con oportunidades de expansión, lo que se refleja en sus perspectivas de crecimiento: el consenso de analistas recogido por Reuters fija un ratio de crecimiento a largo plazo (cinco años) de los ingresos superior al 28%.
Enagás: La empresa gasista es otro refugio clásico dentro del Ibex 35, ya que la práctica totalidad de sus ingresos proceden del negocio regulado y, tras la última reforma energética, la incertidumbre regulatoria se ha disipado hasta 2020.
Gracias a esto, sus ingresos son previsibles y recurrentes. Sin embargo, el principal atractivo de Enagás es su dividendo: no solo la compañía lo ha mantenido o elevado año tras año desde el inicio de la crisis, sino que su rentabilidad ronda el 7%.
Grifols: El fabricante de hemoderivados opera en un sector de nicho dominado por menos de media docena de grandes jugadores, que cuenta con grandes barreras de entrada. Grifols se especializa en fármacos elaborados a partir del plasma sanguíneo, un tipo de producto destinado a pacientes crónicos y que, por lo tanto, es un negocio anticíclico.
De hecho, sus ingresos han crecido durante todos y cada uno de los años de la crisis. Tras la espectacular expansión vivida en la última década, las perspectivas de crecimiento se están moderando, pero aún son razonables, ya que se apoyan en un ambicioso plan de inversiones.
Por otra parte, la mayor parte del negocio de Grifols se encuentra en EEUU, por lo que se beneficiará de una subida de tipos de la Fed, que fortalecería al dólar.
DIA: La cadena de distribución dista mucho de poder considerarse un valor refugio. De hecho, la acción acumula una caída del 13% en el año y de casi el 40% desde sus máximos de 2015. Aun así, diversas casas de análisis llevan tiempo anunciando que el negocio de DIA está viviendo un punto de inflexión, gracias a la recuperación del consumo, la integración de adquisiciones y una estrategia centrada en el ahorro de costes y los bajos precios.
Los resultados no están terminando de reflejar aún esta mejora, pero la acción tampoco refleja las perspectivas de crecimiento del grupo, lo que ofrece una oportunidad a medio y largo plazo para el inversor paciente que no tema a la volatilidad.
Mapfre: La aseguradora no es precisamente una apuesta defensiva, ya que el sector es muy vulnerable en bolsa a la volatilidad bursátil y aún persisten las dudas sobre su negocio en Brasil. Sin embargo, desde la firma optan por elevar un poco el riesgo en cartera por la atractiva valoración de Mapfre, que además cuenta con unos elevados ratios de solvencia y está registrando una mejora de su negocio en España.