Los precios de consumo en la eurozona bajaron un 0,1% interanual en el mes de mayo, y son ya tres años por debajo del objetivo fijado por el BCE del 2%. Es más, desde finales del 2014 hemos asistido a deflación nada más y nada menos que en ocho meses.
Realmente el BCE no tiene precisamente argumentos para sentirse demasiado satisfecho, ya que lleva desde el 2014 implementando medidas de estímulo encaminadas a crear inflación.
Las actas del Banco Central Europeo reflejan el firme propósito de llegar al 2% sin dilación, así como comenzar la compra de bonos corporativos en junio. De todas formas, hay voces en el seno de la entidad que son más partidarias de esperar hasta finales del año como muy pronto para empezar a implementar más medidas tras los estímulos anunciados el pasado mes de marzo.
Y es que la decisión de la Fed en cuanto a subir los tipos de interés también es seguida con atención desde la eurozona, entre otras razones porque implicaría que la divisa comunitaria, el euro, se depreciaría y como consecuencia aumentarían los precios de bienes y servicios importados.
Mientras, los mercados del Viejo Continente se encuentran en un momento clave. Si bien es cierto que salieron por fin del rango lateral en el que se encontraban inmersos desde principios de mayo, una salida al alza que animó a los inversores, también lo es que llegamos a la prueba de fuego.
Así es, el futuro Eurostoxx, máximo rector en Europa, llegó ayer a la zona de resistencia que se formó el pasado mes de marzo y que siempre que fue tocada provocó fuertes caídas (en marzo y en abril).
El nivel concretamente son los 3091 puntos. En el primer intento por romper la zona alza en marzo tuvimos 316 puntos de caída. En el segundo intento en abril fueron 236 puntos. Veremos en esta tercera ocasión de ayer en la que por el momento cayó 40 puntos.
Pero realmente, si pretendemos ser más exactos, más sibaritas, les invitaría a que no infravaloren a Fibonacci, ya que en los 3104 puntos se encuentra su referencia, tocada en marzo y poniendo punto final a las subidas.
Por tanto, y resumiendo una serie de ideas básicas:
– Para que las Bolsas europeas continúen la senda alcista es necesario que el futuro Eurostoxx rompa al alza en binomio 3091-3104 puntos.
– Pese a recortes, no se advertirá síntomas de debilidad mientras continúe por encima de los 2885 puntos.
Y no olvidemos que el futuro S&P500, máximo exponente de Wall Street, también llegó ayer a su zona de resistencia clave de los 2103 puntos, formada en octubre del pasado año y que siempre que era tocada (diciembre y abril) ocasionaba recortes de interés. Como no podía ser de otra manera, al igual que el Eurostoxx, tampoco pudo con ella.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es