La semana bursátil cierra con el dato del PIB estadounidense del primer trimestre, mientras que a estas latitudes despuntan las ventas minoristas españolas de abril.
Una de las protagonistas clave de la sesión es Telefónica, que ultima el debut en Bolsa de su filial Telxius dotándola de un atractivo contrato. La nueva marca del grupo de telecomunicaciones español operará el cable submarino transatlántico Marea que unirá Virginia en EEUU con Sopelana en Vizcaya, según han informado las firmas estadounidenses promotoras de la iniciativa.
Además de operar el cable, que será financiado por las gigantes tecnológicas Microsoft y Facebook, se prevé que Telxius pueda terminar tomando una parte del accionariado de la infraestructura clave para el desarrollo de las telecomunicaciones entre Norteamérica y Europa. Marea será el cable de sus características de mayor capacidad hasta la fecha al contar con ocho pares de fibra además de contar con una tecnología capaz de adaptarse a nuevos requerimientos de forma rápida, según informan sus promotores.
Por el capítulo de las recomendaciones, a Aena le toca poner en precio la mejora de rating que le ha otorgado la agencia de calificación Fitch. La gestora de los aeropuertos españoles ha visto confirmada su nota de BBB+, mientras que su perspectiva se ha incrementado desde estable a positiva, lo que implica una posible revisión al alza en los próximos meses.
Una de las benjaminas del parqué madrileño comienza su andadura sin cuidador este mismo viernes. Se trata de Global Dominion Access, la filial de ingeniería aplicada a la automoción del grupo CIE Automotive. Los gestores de JB Capital Markets han informado además de la sobresuscripción de un 9,37% de la oferta inicial, ejerciendo su derecho de greenshoe, lo que deja su capital social en 21,187 millones de euros distribuidos en un total de 169,497 millones de acciones.
La matriz de la compañía anterior, CIE Automotive acaba de presentar su plan estratégico con horizonte en el ejercicio 2020, lo que también marcará el devenir de su gráfica de precios a corto y medio plazo. Entre los objetivos de la compañía figuran un crecimiento orgánico anual del entorno del 7%, un margen de Ebit que alcance el 12% frente al 9,3% obtenido al cierre del año 2015, un endeudamiento inferior a 0,5 veces Ebitda y una retribución al accionista que alcance los 300 millones de euros.
Los inversores también han de estar atentos a la evolución de CaixaBank, pues el holding Criteria ha formalizado ya su intención de deshacer parte de las posiciones acumuladas en la sociedad cotizada del grupo financiero. El objetivo es pasar del 56,8% de peso accionarial de la actualidad hasta un 40% para el ejercicio 2018. De esta manera, se cumplirán las exigencias fijadas por el Banco Central Europeo (BCE) para que se pueda proceder a la desconsolidación en balance y la reducción de consejeros dominicales.