Mi padre suele decir “que un pesimista es un optimista bien informado”, dicho con el que nunca he estado de acuerdo pero que justifica su escepticismo innato ante la vida.
En los mercados financieros se prima más a los pesimistas que a los optimistas. Todo el mundo se acuerda de tal o cual analista que anticipó el crash de la burbuja punto com, o el inmobiliario o la crisis financiera, sin embargo pocos lo hacen de aquellos que previeron una de las tendencias alcistas mayores de la historia. “El pesimismo es más vendible comercialmente”, siempre me comentaba un antiguo compañero.
Ahora bien, la realidad es que si tuviéramos que posicionarnos a un lado u otro de este tipo de actitudes en base a la historia financiera, sin duda deberíamos hacerlo del lado del optimismo.
El inversor profesional David Merkel ha escogido 15 puntos del libro “Triumph of the Optimists: 101 Years of Global Investment Returns” de Elroy Dimson, Paul Marsh y Mike Staunton, que nos servirán para justificar ser optimista frente a los mercados. Veamos:
1. Durante el período 1900-2000, la rentabilidad de la renta variable ha superado a la del mercado de bonos y al del dinero en efectivo.
2. Esto es cierto independientemente de qué país desarrollado analices.
3. La importancia relativa de las industrias cambia, pero el mercado global tiende a hacerlo bien independientemente.
4. La rentabilidad fue mayor a nivel mundial en el último cuarto del siglo 20.
5. Las correcciones pueden ser severas, y aun así las alzas en el largo plazo permanecen.
6. Los retornos reales de la liquidez son positivos pero pequeños.
7. La rentabilidad de los bonos de largo plazo es mayor que la de corto plazo, pero con mucho más riesgo. Los retornos de los bonos corporativos son aún mayores, pero también con mayor riesgo.
8. La paridad del poder de compra parece funcionar en el mercado de divisas en el largo plazo.
9. La diversificación internacional reduce el riesgo. Durante momentos de estrés global no se puede diversificar mucho.
10. Los pequeños valores pueden o no superar en rentabilidad a los grandes valores. No hay datos concluyentes a nivel global.
11. Los títulos valor superan a los de crecimiento en el largo plazo.
12. Los valores de dividendos más altos tienen a batir a los de menor dividendo.
13. Las primas de riesgo de los valores de crecimiento son más bajas que la mayoría de las estimaciones que asume el mercado.
14. Las acciones ganarán a los bonos en el largo plazo, pero a corto plazo tener en cartera algunos bonos tiene sentido.
15. El retorno de los mercados de valores en la última parte del siglo 20 fue artificialmente alto.
Merkel da muchos datos interesantes, pero yo destacaría aquellos que muestran con claridad que el mercado de valores, en el largo plazo, es la opción más interesante de inversión que hay. Ser pesimista va contra la historia.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa