Los bonos basura están a la altura de su nombre en este momento. Como hemos señalado en el pasado, los bonos basura con menor calificación han podido inflar una burbuja de 1 billón de euros, algo que nunca tenía que haber sucedido. Y es que el nivel actual de emisiones de deuda de baja calificación (rating CCC o menor) nunca habría sucedido en el pasado.
«Antes, ni siquiera se hubiera hablado de este tipo de cosas, porque ni siquiera se podían emitir bonos con una calificación crediticia CCC», dice Kathy Jones, jefa de estrategia de renta fija de Charles Schwab.
Lo que ha cambiado es que en la era post-crisis financiera, el bajo rendimiento de muchos activos de renta fija ha provocado una búsqueda desesperada por activos que den algo de rentabilidad. Esta demanda de productos ha creado una situación en la que estos emisores calificados como «profundamente basura» han encontrado mercado.
«Esta búsqueda por activos de rendimiento abrió la puerta a este tipo de productos», dijo Jones.
Jones no desacredita la posibilidad de una burbuja, pero duda de que las ramificaciones se extiendan.
«El mercado hace muy buen trabajo en descontar ese riesgo», dijo Jones. «Puede haber habido un momento en el que hubiera sido un problema, pero parece que el mercado ha reconocido adecuadamente el riesgo existente.»
Después de la subida de todos los diferenciales de los bonos al comienzo de 2016, los diferenciales de las emisiones de mejor calificación crediticia como el rating BB se han reducido y se están acercando a niveles no muy diferentes a otros puntos durante la recuperación.
Los diferenciales de las emisiones de rating CCC e inferior por el contrario están todavía en niveles altos (ver gráfico adjunto). Por lo que parece que incluso después de la recuperación de los diferenciales, hay una cierta cautela en torno a estos bonos de muy baja calificación.
Diferenciales de deuda de rating CCC o menor
Hay dos maneras de analizar esto. Jones también conjeturó que esta nueva «puerta» que permitió la mayor parte de las emisiones de esta deuda se ha cerrado durante el inestable primer trimestre de 2016 y sólo ahora está empezando a volverse a entreabrir, pero no tanto para los ratings más bajos.
En el lado bajista, esta debilidad en las emisiones de menor rating podría ser un presagio de tiempos difíciles para todo el mercado de deuda.
En el lado más optimista, al que Jones alude, podría simplemente indicar que el mercado se está protegiendo y finalmente reconociendo adecuadamente el riesgo asociado con estos bonos.
Según Jones, el problema con este tipo de bonos es que el cálculo de riesgo-recompensa es asimétrico. La posibilidad de impago no se ve recompensada por lo general por el rendimiento más alto.
Por esa razón, Jones también tiene una simple sugerencia para el inversor de la calle.
«Nunca compres estos bonos«, dijo Jones. «Pueden ser algo bueno para los hedge funds alternativos y ese tipo de inversores, pero los inversores individuales deben permanecer lejos».
Esto tiene sentido, ya que grandes inversores alternativos, como Blackstone y Lazard han dicho que la deuda en problemas (deuda de empresas cercanas o en quiebra) está cerca de ser muy activa.
Por lo tanto, lo que una vez fue una impensable cantidad de emisiones de muy baja calificación se ha convertido en realidad, y esperemos que los inversores se hayan protegido adecuadamente.
Fuentes: Bob Bryan, Business Insider
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa