En el desayuno con Ramón L. analista y especulador bursátil salta, sin pedirlo, el fenómeno de moda: el ciclo actual ¿a cuál se parece de los vividos en los últimos 50 años? «Unos hablan de la reedición de los sucesos de 2008/2009. Otros van más atrás, en pleno estallido de la burbuja de los valores tecnológicos en marzo de 2011 en Wall Street, cuyo onda expansiva se extendería luego al resto del mundo para sufrir el Gran remate con los atentados del 11-S. Los mejores sabuesos la comparan con el ciclo depresivo y deprimente de finales de los 90 y también los hay que se acuerdan del filántropo Soros que sacó la libra del entonces SME y provocó más fechorías dentro de aquella Europa. Filántropo. por cierto, advertido por las autoridades chinas recientemente acerca de las actuaciones especulativas contra su moneda. Todo, en fin, son comparaciones. Hay anuncios en Prensa que hablan de la Gran Depresión. Mi visión, no es obstante, es más simple. La actual es una crisis de sobreendeudamiento Global y de la irrupción en los sistemas productivos mundiales de nuevos actores, como la Economía Digital. No me gusta comparar las Crisis Bursátiles, porque nunca nada es igual, aunque lo parezca. El mundo circula a velocidad de vértigo y, con frecuencia, los sucesos se superponen, se mezclan».
Hágase esta pregunta, porque la ayudará. ¿Le sorprendería que cayera una tormenta después de una semana de días soleados? Stefan Kreuzkamp, nuevo director de inversiones de Deutsche AM, recurre a esta analogía para referirse a la corrección que está barriendo a los mercados desde el principio del año. “Ha pasado mucho tiempo desde que el ciclo económico alcanzase su otoño: los riesgos han estado subiendo”, comenta el experto en la que es su primera carta dirigida a los clientes de Deutsche AM. Éste recuerda que la firma ya había pronosticado a finales de 2015 que el presente ejercicio sería volátil para la renta variable y que los inversores obtendrían unos retornos modestos, aunque admite que no se esperaban turbulencias tan extremas como las vistas hasta ahora. “Los acontecimientos han obligado a todo el mundo a revisar sus previsiones y ponderar de una forma diferente los escenarios positivos y negativos. Nosotros mismos hemos tenido que revisar algunas de nuestras previsiones económicas y del mercado desde el comienzo de 2016”, comenta Kreuzkamp.
El punto de vista del director de inversiones, que expone en varios puntos del informe CIO View correspondiente al mes de marzo, es que “los inversores están evaluando actualmente las implicaciones de escenarios extremadamente negativos”, como los efectos de la carga de deuda sobre China, la probabilidad de que EE.UU. vaya a entrar en recesión o que se estanquen los beneficios de las compañías estadounidenses como consecuencia del incremento de los costes salariales. “Pero podría hacerse la luz entre la oscuridad: los mercados pueden estar exagerando a la baja, lo que significa que las tormentas en el mercado puedan ir seguidas pronto por días más soleados”, continúa el experto. Éste matiza que en Deutsche AM siguen estando cautos con los mercados emergentes, pero creen que, con un enfoque selectivo, se pueden encontrar buenas oportunidades tanto en la renta variable como en la deuda corporativa de la zona euro, Japón y EE.UU, escriben en Funds People.
Una explicación a la corrección
Kreuzkamp ofrece más detalles sobre su visión sobre la naturaleza de la racha bajista de los mercados. En primer lugar, descarta que los números rojos de las bolsas sean un indicador adelantado de recesión global. “Sin embargo, la recuperación económica de los países industrializados es tan moderada desde una perspectiva histórica que casi cualquier indicador cíclico puede ser interpretado como un punto de inflexión negativo”, puntualiza.
El director de inversiones insiste en que “una avalancha de acontecimientos negativos ha incrementado la conciencia de riesgo de los inversores”. Amén de los problemas en China y EE.UU. ya citados, incluye las tensiones en Oriente Medio, el riesgo político en Europa y la espiral bajista del precio del petróleo, que ha empujado al alza la rentabilidad de la deuda high yield. Kreuzkamp puntualiza que ninguno de estos factores es una novedad de 2016, sino que llevan meses sobrevolando los mercados. La novedad, en su opinión, ha sido la revisión generalizada a la baja del PIB estadounidense, hasta el punto que se espera un crecimiento inferior al 2% este año. Y si se suma la incertidumbre en torno a China, se pueden comprender los miedos a otra recesión.
“Es una gran negativa para los mercados, como las ventas masivas de valores financieros en todo el mundo”, declara el experto. Éste explica que las ventas en el sector – que han castigado especialmente a Deutsche Bank por sus malos resultados- “se debieron en parte por la naturaleza cíclica de los bancos en general, pero también por las preocupaciones reales en torno a la fortaleza de sus beneficios y de los balances de algunos bancos”.
¿Qué significa todo esto para los inversores? “Para nosotros, el sentimiento es peor que la situación subyacente”, añade el experto. La actitud de la gestora pasa por mantener un optimismo cauto y realista, lo que implica que no esperan retornos de doble dígito en el medo plazo. Sin embargo, ven grandes oportunidades en sectores y valores a nivel individual: “Será difícil acertar con el mejor punto de entrada, pero los altos volúmenes de negociación en febrero nos dejan tener la esperanza de que la corrección del mercado se haya acabado”. Asimismo, Kreuzkamp afirma que “los descuentos también parecen exagerados en algunos segmentos de deuda corporativa, donde los mercados esperan tasas de impago más altas de las que esperamos nosotros”. El director de inversiones cree igualmente que “la selección en real estate ofrece protección y rentabilidad”.
Stefan Kreuzkamp concluye su análisis con dos consejos para los inversores: ser precavidos en las expectativas al comparar el ciclo actual con los anteriores, y ser cautos al pronosticar la probabilidad de otra recesión u otra corrección basándose exclusivamente en las medias históricas. “Los ciclos son demasiado diferentes. El ciclo actual es distinto no sólo porque los tipos han estado bajos por más tiempo, sino también porque la economía global ha entrado de dos formas en territorio desconocido”, explica el experto.
Éste detalla a continuación de qué formas ha entrado el mundo en una situación históricamente inédita: “En primer lugar, está cayendo el crecimiento de un gigante económico, China, que está en un proceso de transformación mientras que tiene que hacer frente al rápido crecimiento de la deuda. El segundo, es queestamos afrontando el final de la era de las políticas monetarias no convencionales – probablemente sólo por algunas de las partes. Los efectos no deseados del dinero barato se están volviendo aparentes en todas partes”, concluye Kreuzkamp.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa