Extracto del libro de Ismael de la Cruz (aún en proceso) Instituciones de Análisis Técnico. Veremos en este artículo las líneas abanicadas o de faro y las líneas de velocidad.
Líneas abanicadas o líneas de faro
Son unas líneas de tendencia secundarias que se trazan desde los puntos máximos y mínimos del gráfico. En realidad son líneas de tendencia sucesivas, cada una a diferente nivel, donde los precios pueden encontrar zonas o niveles de soporte y de resistencia según sean trazadas al alza o a la baja.
La doctrina mayoritaria estima que, por regla general, se suelen componer de tres líneas y cuando el precio supera la tercera de las líneas, la dirección de la tendencia cambia.
Yo no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, hay muchos casos en los que podemos encontrarnos más de tres líneas de tendencia, si bien es cierto que el número tres es el que más habitualmente aparece en estas situaciones.
En el siguiente gráfico tenemos un buen ejemplo de líneas abanicadas o de faro, en este caso tres. Pueden ver cómo tenemos tres directrices y en cada una de ellas el precio ha permitido poder aprovechar sendos rebotes al alza. En este caso la última directriz no es precisamente alcista pero es muy útil porque mientras el precio continúe por encima de ella no habrá cambio de tendencia principal o primaria.
También es cierto que es más fácil encontrar líneas abanicadas o de faro al final de tendencias bajistas que al final de tendencias alcistas, entre otras razones porque los giros o cambios de tendencia alcista a bajista suelen ser más agresivos, más bruscos, que los cambios de tendencia bajista a alcista, donde suelen ser más progresivos.
Las líneas de velocidad
Es una técnica desarrollada por Edson Gould que viene a ser una especie de variación de la teoría de dividir la tendencia en tercios. Son líneas tendenciales proyectadas en la proporción 1/3 y 2/3 respecto al movimiento inmediatamente anterior.
Para ello, se traza una línea vertical desde el máximo o mínimo hasta el comienzo de la tendencia al alza o a la baja respectivamente, y se divide esta línea vertical en tres proporciones de 1/3 cada una (del 33,33%), por las cuales deben pasar las líneas de tendencias de los 2/3 y 1/3, proyectadas desde el inicio de la tendencia, es decir, desde el mínimo en la tendencia alcista y desde el máximo en la tendencia bajista.
Por ejemplo, si tenemos una tendencia alcista y comienza a surgir una caída del precio, la corrección a la baja se detendrá en la línea de velocidad más alta, es decir, la de 2/3, y si no pues el precio seguirá cayendo hasta la línea de velocidad más baja, la de 1/3.
En el caso de que la línea más baja sea perforada por la caída del precio, tendremos muchas posibilidades de que el precio siga bajando al menos hasta el comienzo de la tendencia anterior.
Si hablamos de una tendencia bajista, la rotura de la línea más baja podría llevar al precio a subir hasta la línea superior, y si también perfora ésta línea superior podría continuar la subida hasta la parte más alta de la tendencia anterior.
En definitiva, es una variante de las líneas abanicadas o de faro, que van indicando posibles objetivos de los precios en el caso de superar o perder las tendencias previas.
También aquí se aplica lo visto para los soportes y resistencias, una vez que una línea es perforada se reconvierte. Por ejemplo, si tenemos una tendencia alcista y hay una corrección y caída del precio que hace perder la línea superior (es la de 273) y el recorte lleva al precio a la línea inferior (1/3) desde donde rebota al alza, esa línea superior pasa ahora a ser una zona de resistencia. Lo mismo para cuando la tendencia es bajista.
En el gráfico se puede apreciar de una manera gráfica todo lo comentado.
Personalmente soy más partidario de las líneas abanicadas que de las líneas de velocidad, aunque es cuestión de gusto.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es