La semana arranca con el pistoletazo de salida a la temporada de presentación de resultados, que como es habitual correrá por cuenta de Alcoa en Wall Street.
En clave nacional, CaixaBank es protagonista indiscutible de la apertura al haber informado en plena subasta de inicio de sesión de que se han reanudado las conversaciones con Santoro Finance, el vehículo inversor de la familia angoleña Dos Santos, “para encontrar una solución para la situación de concentración de riesgos del Banco BPI” con un resultado en firme alcanzado a fecha de ayer, del que no se han dado más detalles al supervisor por el momento.
La entidad explica que ahora es cosa de los órganos sociales de los implicados en la operación el dar el visto bueno a los documentos contractuales pactados. Un trámite que debería cerrarse “en los próximos días” para después informar al mercado oportunamente de los detalles de la operación. Al supervisor luso se le envío notificación del acuerdo poco antes de la pasada medianoche, momento en el que vencía el plazo para que BPI evitase penalizaciones por parte de Bruselas por su exposición al mercado angoleño.
Los inversores también han de prestar atención a Aena. Pues la gestora de los aeropuertos españoles pretende licitar antes de que llegue el verano, el plan maestro de desarrollo urbanístico para cada uno de sus dos grandes aeropuertos: Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, según publica Cinco Días. Se trata de un proyecto que abarcaría un total de 1,16 millones de metros cuadrados y que los analistas de Ahorro Corporación valoran positivamente al considerar que “esta opción y la expansión en el extranjero son las dos vías más importantes a desarrollar en el futuro de la compañía”.
Por su parte, Telefónica ha anunciado fecha para su próxima junta general de accionistas. La primera de la presidencia de José María Álvarez-Pallete. Tendrá lugar el próximo 12 de mayo y entre los puntos más destacables a someter a votación está el cambio de auditor con PwC y el nombramiento de tres nuevos consejeros. Además se ratificará un dividendo de 0,40 euros brutos por acción a pagar este mismo mes de mayo y una retribución complementaria a elección en acciones o efectivo para el segundo semestre si aún no se ha cerrado la venta de la filial británica O2.
De vuelta al sector financiero, Popular debe poner en precio la aprobación por parte de su junta de accionistas de una autorización para que su consejo de administración lance una emisión de bonos a cinco años por hasta 2.500 millones de euros. Así consta en el orden del día remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y que vendría a confirmar la reapertura del mercado mayorista para las grandes empresas españolas después de las emisiones de Telefónica y Red Eléctrica.