La Unión Europea fue un sueño noble, pero como ocurre con la mayoría de los sueños, la realidad, finalmente, se impone. Simplemente no es posible mantener la unidad económica y una política monetaria única entre una colección de estados cada uno de los cuales establece sus propias políticas fiscales.
La crisis de la deuda soberana de Europa fue la primera señal de que algo estaba estructuralmente mal. Alemania se pasó años prestando euros a los países más pobres de la zona euro, los cuales podría comprar así productos hechos en Alemania.
Otros países exportadores de la UE hicieron lo mismo. El desequilibrio comercial resultante tenía que manifestarse en alguna parte. Y lo hizo… en las deudas de los gobiernos de Grecia, Italia, España, Portugal e Irlanda.
Ahora agregue a esto las tensiones políticas derivadas de la crisis de inmigrantes y el riesgo de Brexit… y el colapso de Europa es cada vez más real.
Aquí, esbozamos los cinco grandes riesgos internos a los que se enfrenta la Unión Europea en este momento (vía John Mauldin, Forbes). Su habilidad para manejarlos afectará decisivamente a la Unión Europea y, posiblemente, a la economía mundial.
Riesgo 1: la crisis bancaria de Italia
Es probable que Italia sea el principal dolor de cabeza de Europa. Su sistema bancario se está rompiendo a medida que proliferan los préstamos en mora. Estos créditos representan casi el 20% de los activos del sistema bancario italiano. Algunos bancos del sur mantienen casi el 40% de la os préstamos en mora.
El colapso del sistema bancario italiano es un riesgo sistémico para toda Europa. Italia es la octava economía del mundo, sólo un poco más pequeña que la India. Su impacto económico en Europa y por lo tanto en la economía mundial es crítico.
Riesgo 2: la inmanejable Grecia
En comparación con Italia, Grecia será bastante manejable. Sin embargo, Grecia sigue siendo importante por otra razón. Es la puerta principal a través de la cual los sirios, iraquíes, y otros inmigrantes tratan de entrar en Europa.
Los estados más ricos necesitan la cooperación de Grecia para regular el flujo de refugiados.
Grecia es ahora el epicentro de los dos mayores desafíos que han afligido a Europa en los últimos años: la crisis de la deuda y la insistencia de Alemania en la austeridad como la única cura, y la reacción contra la ola de la inmigración desde los países en guerra y empobrecidos.
La crisis migratoria es ya un desastre humanitario, y la situación empeora. La Unión Europea, sin embargo, está casi paralizada.
Riesgo 3: El fin de Schengen
Los ataques terroristas de París en noviembre provocaron la reinstauración de los controles fronterizos a través de la mayor parte del área «Schengen». Los ataques también convencieron a muchos europeos de que los inmigrantes musulmanes son una amenaza a la seguridad.
La bienvenida inicial se convirtió en miedo. Uno de los principales líderes en Europa, Angelina Merkel, de Alemania, se encuentra bajo una intensa presión política a causa de la reacción anti-inmigrante de los votantes.
Esto conduce al siguiente riesgo.
Riesgo 4: Turquía como miembro de la UE
Desesperados por una solución, la UE está estudiando seriamente un acuerdo para aceptar a Turquía como miembro a cambio de que Turquía mantenga a la mayor parte de los inmigrantes dentro de sus fronteras.
Chipre puede vetar el acuerdo de refugiados que el resto de Europa necesita hacer con Turquía.
La solución, a este punto, ha sido simplemente forzar la voluntad de los estados más pequeños, resolviendo los retos a corto plazo a costa de la unidad a largo plazo.
Chipre tiene preocupaciones legítimas, pero la solución de la UE es simplemente ignorar esas preocupaciones.
Es probable que este enfoque vuelva a funcionar, pero cada uno de estos episodios, debilita un poco más los ladrillos de la superestructura de la UE. La intimidación de sus miembros más pequeños no es consistente con la idea de una unión «cada vez más estrecha».
Riesgo 5: Brexit
Y, por supuesto, otro peligro inminente es que el Reino Unido salga de la Unión Europea tras el referéndum de este verano.
La salida de un miembro de la UE sentaría un precedente peligroso. Durante años habrá consecuencias importantes para el comercio mundial y los flujos de divisas.
El futuro incierto de la Unión Europea
Hay dos posibles resultados de una crisis financiera europea derivada de las deudas soberanas y presupuestos desequilibrados. La primera es una nueva estructura económica en la Unión Europea.
Si la UE quiere permanecer junta, va a tener que resolver los problemas de deuda soberana. Debido a que las élites europeas realmente quieren una Europa unida, es probable que se asuma la deuda de todos los países de la zona euro de acuerdo con una fórmula extraña que sólo un burócrata Europea podría amar, mutualizar la deuda, y adosarla al balance del Banco central Europeo.
Se requeriría entonces que cada país equilibrara su propio presupuesto. Sería algo difícil de hacer, pero se podría conseguir.
Sin embargo, la mutualización provocaría un euro más débil, posiblemente mucho más débil. Y, por supuesto, Alemania tendría que estar de acuerdo con la mutualización de la deuda. ¿Por qué haría esto? Debido a que el 40% de su PIB proviene de las exportaciones, la mitad de las cuales son a miembros de la Unión Europea.
El segundo resultado posible es que no haya acuerdo sobre cómo hacer frente a la deuda, y los diversos países volverán a gestionar sus propias monedas.
Estas nuevas monedas se debilitarían probablemente frente al marco alemán, perjudicando a las exportaciones alemanas. Como efecto secundario, una parte significativa de los antiguos estados miembros de la Unión Europea verían como sus monedas se devalúan entre un 30-40 por ciento frente al dólar (y algunos países pequeños podrían sufrir una caída mucho más significativa).
Este escenario tendría consecuencias catastróficas para la economía mundial.
Fuentes: Forbes
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa