Extracto del libro de Ismael de la Cruz (aún en proceso) Instituciones de Análisis Técnico. Hoy vamos a ver el patrón de los triángulos ascendentes como estructura de continuidad de la tendencia.
Los triángulos ascendentes, también denominados triángulos rectángulos, son formaciones gráficas parecidas a los triángulos simétricos, aunque una de las diferencias radica en que la directriz superior es horizontal y no inclinada hacia abajo. En cambio coinciden en que la directriz inferior es ascendente.
En los dos siguientes gráficos se pueden ver la sencilla estructura de un triángulo ascendente.
Estas formaciones suelen ser de continuación de la tendencia previa, de manera que en una tendencia alcista confirmará la continuidad de las subidas, mientras que en una tendencia bajista confirmará la continuidad de las caídas.
El precio se va moviendo dentro del rango de las dos directrices que conforman el triángulo ascendente.
Por tanto, el precio se encuentra inmerso en un rango formado por dos directrices, una inferior y otra superior, la inferior es alcista y la superior es horizontal.
De ésta manera, el precio evoluciona dentro de un rango en el que los máximos son laterales y los mínimos son crecientes.
En este gráfico el triángulo ascendente actuó bien, rompiendo el precio por arriba la directriz superior, confirmando la tendencia alcista previa.
Cuando hablamos de los triángulos ascendentes, no hay que ser demasiado estricto o escrupuloso, bastará que una directriz sea alcista y la otra sea horizontal.
Al igual que con los canales tendenciales y las directrices o líneas de tendencia, se le ha de exigir a esta formación gráfica, para su validez y fiabilidad, que el precio toque como mínimo dos veces tanto la directriz superior como la directriz inferior.
También como criterio de fiabilidad se ha exigir que el precio se mueva dentro del triángulo ascendente hasta los dos tercios (desde el inicio del triángulo hasta su vértice). De manera que cuando el precio se haya movido esa distancia, es cuando suele comenzar a romper el triángulo en la dirección de la tendencia, actuando de esta forma como pauta de continuidad de la tendencia principal.
Si el precio tiende a romper el triángulo por la parte del vértice del mismo, la fiabilidad del patrón se reduce bastante, de manera que el analista técnico deberá de tener precaución por si estamos ante una señal falsa del mercado.
En el siguiente gráfico ya podemos ver un ejemplo práctico de triángulo ascendente rompiendo por arriba la directriz horizontal para seguir el precio con la fortaleza alcista.
Por regla general, este patrón tiende a tardar en formarse entre uno y tres meses, aunque es un mero dato numérico que tampoco hay que llevar al extremo. En gráficos menores e intradiarios también son patrones válidos y habría que obviar el dato.
Es importante resaltar aunque se trate de un patrón de continuación de la tendencia, el analista técnico tendrá que estar atento. Así pues, aunque es una pauta de continuidad, el analista técnico deberá de tener cuidado por si la pauta no ha actuado como debiera.
El volumen durante la formación del triángulo suele reducirse a medida que el precio se va moviendo en un rango más estrecho de la figura acercándose al vértice. Si la rotura del precio es por arriba, superando la directriz superior, el volumen crece. En cambio si la rotura del precio es por abajo, perdiendo la directriz inferior, el tema del volumen es secundario.
Para calcular la proyección o el primer objetivo del movimiento del precio cuando rompe el triángulo, hay que coger la distancia equivalente al ancho de la base (que es el inicio del triángulo), proyectando al alza o a la baja según se trate de una rotura por arriba o por abajo.
En el siguiente gráfico se puede apreciar cómo se calcula el objetivo o proyección, que en este caso es de la misma forma que con los triángulos simétricos. En este ejemplo rompe por arriba la directriz horizontal, confirma la rotura con un throwback y alcanza la proyección estimada.
Ahora otro ejemplo gráfico donde se aprecia muy bien el triángulo ascendente, la rotura por arriba de la directriz horizontal, y el precio alcanza la proyección u objetivo estimado.
También es habitual ver dentro de una secuencial alcista o bajista varios triángulos más o menos consecutivos, que lo que hacen es ir confirmando la tendencia. Cuando llegue el tercero, es conveniente, básicamente por prudencia, extremar las medidas porque podría comenzar en breve a debilitarse la fuerza de la tendencia, podría estar agotándose.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es