«Es la gran pregunta del momento. Comencemos por la última actuación del BCE. Fidelity: el BCE da una buena noticia a los bancos. George Efstathopoulos, gestor de fondos multiactivos en Fidelity International, ha dicho que tras decepcionar en diciembre, este es un claro mensaje de Draghi y el BCE, que debería ser positivo para los mercados financieros pero sobre todo para la economía real. Desde que el Banco de Japón introdujo tipos de interés negativos mediante la adopción de un sistema de tres niveles a principios de año, los inversores europeos estaban preocupados con la posible adopción de un esquema similar que comprimiría aún más los márgenes netos de interés para los bancos europeos, impactando así sus beneficios pero también su capacidad de incrementar la concesión de préstamos y asumir riesgos. Sin embargo, mediante la nueva serie de LTROs los bancos básicamente van a verse subsidiados para prestar. Esto es muy positivo para el sector bancario, que ha estado sobrevendido y bajo presión en los últimos meses. El incremento del programa de compra de activos en 20 mil millones de euros al mes también es mayor de lo que esperaba el mercado. Además, el universo elegible se ha expandido para incluir los bonos con grado de inversión, algo positivo para los activos de riesgo en un momento en el que los spreads de los bonos corporativos están cotizando en máximos de los últimos años. Los bonos soberanos periféricos también se beneficiarán pues el BCE puede ahora comprar más deuda pendiente», me dice J.L. gestor de fondos, que añade
«Hace unos días un consejero del BCE restaba preocupación sobre el impacto negativo de las condiciones financieras laxas actuales sobre la banca para centrarse en las “nuevas oportunidades” que se abren a futuro. Pero, es cierto, sí advertía sobre los riesgos derivados tanto de una regulación estricta como de las incertidumbres a futuro en su aplicación/ampliación.»
Hay más: «La banca se enfrenta a una crisis existencial», dice Mark Gilbert en Bloomberg. «Los bonus en Wall Street cayeron un 9 por ciento en 2015, de acuerdo con el Contralor del Estado de Nueva York. Se han eliminado más de medio millón de empleos bancarios en todo el mundo desde la crisis de 2008, según los cálculos de mi colega de Yalman Onaran. Pero no se trata sólo de personas que pierden su empleo o que ganan menos dinero; la contracción debe preocupar a cualquier persona, ya que la industria financiera puede ser un motor de crecimiento económico y puede verse influenciada drásticamente cuando no puede delinear el perfil de un banco a cinco años vista.
¿Pueden ser rentables los bancos y económicamente útiles en el contexto actual? Bill Gross, de Janus Capital, escribió hace unos días que es poco probable: «En lugar de generar crecimiento económico a través de un efecto riqueza y su efecto cascada sobre la economía real, las tasas negativas de inversión y la expansión de los balances de los bancos centrales a través de la flexibilización cuantitativa están creando efectos negativos de los que he advertido desde hace varios años. Los rendimientos negativos amenazan los márgenes de beneficio de los bancos, ya que aplanan las curvas de rendimiento en todo el mundo y reducen los márgenes de interés de los bancos. El reciente colapso de los precios internacionales de las acciones bancarias se explica no tanto por los defaults potenciales en el complejo de la energía/materias primas, sino por el reconocimiento de los inversores de que los bancos están ahora no sólo siendo más estrechamente regulados y que el futuro retorno sobre el capital será mucho más parecido a una acción eléctrica.»
Y ahora, un apunte de José Luis Martínez Campuzano Estratega de Citi en España: Precisamente ha caído en mis manos un pequeño análisis en una revista del FMI sobre la necesidad de seguir extremando el control sobre la banca. En este caso, “sobre la financiación del crédito con dinero nuevo creado”.
Resulta ilustrativo sobre el debate e incertidumbre de la regulación a que me refería antes….
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2016/03/kumhof.htm
La banca estuvo muy involucrada tanto en la Gran Depresión como en la Gran Recesión.
Las consecuencias, en términos de debate regulatorio en el primer caso variaron desde la separación de banca de inversión de la banca comercial, la instauración del fondo de garantía de los depósitos hasta el establecimiento (no llevado a cabo) de la necesidad de mantener la misma cifra en liquidez en el activo que los depósitos en el pasivo. En definitiva, eliminar en buena parte la “creación de dinero como anotaciones en cuenta” por parte de la banca a través de sus préstamos…
En los años 30 del siglo pasado se advertía de los potenciales excesos en términos de liquidez (burbujas) y de deuda que conllevaría el papel de la banca como creador de liquidez.
¿Les resulta conocido este debate? Al menos parte de él.
El trabajo al que me refería antes concluye que los bancos no son creadores de dinero real como de capacidad de financiación a los agentes económicos, que pueden ahorrarlo, gastarlo o invertirlo. Es importante considerar todo esto, especialmente el último punto, a la hora de seguir hablando sobre la necesidad de seguir extremando el control sobre la banca. Las autoridades deberían entonces crear las condiciones para aumentar la inversión a futuro y no tanto seguir limitando su capacidad de financiación. Veremos.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa