Estos días me han llegado muchas preguntas y comentario acerca del tema de China y la reacción de los mercados bursátiles a nivel mundial. Por regla general sorprende a la gente que las grandes Bolsas internacionales se vean lastradas por el devenir de los acontecimientos del gigante asiático.
Vamos a ver, todo el mundo entiende y asume el famoso dicho de que si USA estornuda el mundo se resfría, porque es la primera potencia mundial. ¿Acaso no se puede aplicar lo mismo con la segunda mayor economía del mundo que es China? ¿Tan extraño resulta? Además, no olvidemos que China es el primer importador a nivel mundial de materias primas, de manera que se comprenderá que no estamos hablando de un tema baladí en absoluto.
Esta semana escribí un artículo en mi blog personal sobre las repercusiones de este tema en los diversos mercados financieros. Les dejo a continuación algún que otro extracto:
«El pasado mes de septiembre les comenté que en el 2016 seguiríamos viendo al yuan depreciarse se dijera lo que se dijera, aunque más de un 12-15% me parecería excesivo y que lo que me preocupaba era que si la depreciación de un 3% que vivimos el pasado mes de agosto originó la volatilidad y las fuertes caídas en muchos mercados, imagínense lo que puede llegar si asistimos a otra depreciación del 12-15%, aparte de que ya no solo es la reacción del mercado, es que se verían mermadas las inyecciones de capital a los países emergentes, afectando primero a aquellos países que son productores de materias primas. De momento, desde que lo comenté en el blog la depreciación suma otro 4%.
¿El peor de los escenarios? Si la devaluación del yuan prosigue, que lo hará, pero este 4% al final se acerca al que les comenté del 10-12-15% las Bolsas europeas podrían acumular caídas en torno al 15-20%, siendo Alemania uno de los más afectados. Y el dólar americano podría apreciarse un 8-10% frente a las divisas emergentes. Todo esto en el escenario que les comento, si la depreciación del yuan es menor, los efectos también serán menores en proporción».
Las Bolsas europeas aprovecharon ayer para redimirse en vista de que los mercados asiáticos daban un respiro, pero es precisamente eso, un respiro, una pausa, esto distas aún bastante de haber llegado a su fin.
El sentimiento de los inversores se mide con el ratio Put/Call. Si este ratio Put/Call fuese superior a la unidad, nos indica que los inversores tienen expectativas bajistas ya que el número de opciones de venta put adquiridas superaría al de opciones de compra call compradas. Se encuentra por encima de 1.
El índice de volatilidad más importante, el VIX, se encuentra al alza. Una subida del VIX implica descensos en las Bolsas, y viceversa. Una elevada volatilidad está relacionada con un elevado riesgo, y lo contrario con una baja volatilidad. Un Vix por encima de 20 indica temor de los inversores, un Vix por debajo de 20 implica que aún no ha llegado el «miedo» a los mercados.
El Ibex 35 prosigue la tónica bajista desde el pasado mes de marzo. En el gráfico de medio-largo plazo pueden observar cómo la pérdida del rango de su canal alcista principal originó una señal de presión vendedora, que las caídas permitieron un rebote al alza (1.000 puntos) en el primer nivel o retroceso Fibonacci y que ha llegado recientemente al segundo retroceso Fibonacci desde donde por el momento está rebotando 150 puntos, aprovechando que nos hemos metido en niveles de sobreventa.
El nivel de soporte fuerte aún se encuentra alejado, concretamente en los 7520-7550 puntos, donde podría entrar dinero en caso de que el precio llegase en este año. Previamente, hay otro soporte en los 8290 puntos, aunque es pequeño y de elevado riesgo.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es