La inversión no deberá regirse bajo planteamientos muy estáticos, sino que, por el contrario, la mejor alternativa para conseguir un mayor rendimiento a los ahorros estará fundamentada en obtener mayor flexibilidad en los productos suscritos . A través de esta estrategia, los ahorradores estarán abiertos a todos los movimientos que generen los mercados financieros, incluso los escenarios bajistas, y en especial a las nuevas formas de inversión que presenten condiciones muy favorables para tomar posiciones.
Para ayudarles a lograr sus objetivos, no faltarán las oportunidades de negocio, pero será necesaria la importación de una serie de recomendaciones que hagan más fácil la tarea de los ahorradores. Su seguimiento será la clave para que, dentro de un año, sus cuentas corrientes estén más abultadas de euros y puedan disfrutar de su rendimiento.
1. Hay vida más allá de las bolsas
No son pocos los analistas financieros que alertan de que el ciclo expansivo de las bolsas internacionales está tocando a su fin. Ante este escenario tan poco alentador, los inversores más arriesgados pueden optar por empezar a tomar posiciones en otros mercados alternativos. Un ejemplo para aplicar esta estrategia residirá en los que basan su cotización en materias primas y metales preciosos, que pueden repuntar en sus precios tras sus acusadas caídas en el ejercicio 2015.
2. Optar por las áreas geográficas más favorables
No será lo mismo invertir en la zona del euro que en emergentes, pero una buena selección en el origen de la inversión dará sus frutos a finales de este año. Si bien la mayoría de analistas se decantan por la renta variable europea, puede que sea el año para algunos emergentes que empiecen a despuntar tras sus graves problemas económicos. En este sentido, India, México o Indonesia serán algunas de las propuestas para canalizar los ahorros, aunque siempre bajo aportaciones muy limitadas.
3. Seguir los acontecimientos
Si se quiere actuar con éxito, el inversor está obligado a estar muy atento a todos los acontecimientos económicos, sociales y hasta políticos que deparará el año. Serán los que determinarán qué producto habrá que comprar para rentabilizar los ahorros y sacarles el máximo beneficio, incluso en las situaciones más adversas. No en vano, la volatilidad de todos los mercados será el denominador común para los próximos meses.
4. Asumir más riesgos
Las rentabilidades que ofrecen los productos de renta fija de toda la vida (bonos, depósitos, pagarés bancarios, etc.) han pasado a mejor vida, con márgenes muy decepcionantes, en torno al 0,50% anual. Para solventar este problema, no hay otra que asumir más riesgos para mejorar la rentabilidad, aunque con el grave inconveniente de generar minusvalías en una pésima operación o, lo que es peor, quedar atrapados en el mercado sin poder resolver la operación.
5. Combinar activos financieros
La mejor solución para proteger los ahorros en este periodo será optar por productos financieros que integren a varios activos financieros, desde la renta fija a la variable y sin olvidarse de los alternativos. En este sentido, el producto que mejor recoge esta estrategia son los fondos de inversión mixtos que cumplan con estas características. Habrá que elegir los más flexibles, altamente diversificados y, si es posible, que conlleven las comisiones más competitivas.
¿Cuánto dinero invertir?
Desde el punto de vista de la inversión, este año no se encara con tanto optimismo para generar notables revalorizaciones en las posiciones tomadas en los mercados financieros. La incertidumbre y la volatilidad serán sus acompañantes durante los próximos meses. Ante esto, no es muy recomendable destinar todos los ahorros para realizar estas operaciones, al menos durante los primeros meses. Bastará con dedicar, entre el 25% y 75% de ellos para las primeras operaciones. Con su aplicación se conseguirán dos objetivos.
Proteger en parte los ahorros. Si los mercados responden de manera positiva, ya habrá tiempo para acumular e ir ampliando las operaciones, en función de su evolución.
Mantenerse en liquidez será una de las claves fundamentales para salir airosos de esta actividad : por un lado, para aprovecharse de las oportunidades de negocio que ofrecerán los mercados y, por otro, para protegerse de los ciclos bajistas de los mercados.
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