Reino Unido no tiene ante sí un panorama precisamente tranquilo y tanto su economía como su divisa, la libra esterlina, podrían verse afectados por todo ello.
Y es que el referéndum que se celebrará el próximo verano (Brexit o la salida británica de la Unión Europea) es un hecho que a medida que nos vayamos acercando a dicha fecha irá creando incertidumbre y nerviosismo. Pero a ello habría también que añadir otros dos temas de especial calado. Por un lado que seguramente el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés en el 2016. Por otro lado el hundimiento de las materias primas (dado que en la Bolsa británica el sector del petróleo y de la minería tienen una considerable ponderación).
De momento, vamos a dejar a un lado el referéndum ya que aún restan bastantes meses para ello y ahora mismo sería hablar por hablar. Centrémonos en el Banco de Inglaterra y en la libra esterlina.
El Banco de Inglaterra ha mantenido su política monetaria invariable en su reunión de diciembre. De manera que los tipos de interés continuan en el mínimo histórico del 0,5%. Asimismo, la institución mantiene sin cambios las compras de deuda. Desde la institución esperan que el impacto de la caída de los precios del petróleo irá diluyéndose y el IPC permanecerá por debajo del 1% hasta la segunda mitad del próximo año.
La entidad seguramente realice su primera subida de las tasas en los primeros seis meses del ejercicio, concretamente 25 puntos básicos y luego otra subida de otros 25 puntos básicos, en total un incremento mínimo de 50 puntos (sin descartar incluso una tercera subida, pero aún es demasiado pronto para poder afirmarlo, sería especular sin sentido). De esta manera, antes de terminar el 2016 dejaría los tipos de interés en el 1%.
La libra probablemente en el 2016 continúe siendo una de las divisas fuertes, pero frente al dólar americano debiera de ser una excepción. Las palabras del gobernador del Banco enfriaron las expectativas de ver pronto una subida de tipos de interés, aunque no debiera de ser una sorpresa, puesto que siempre se mantuvo que esperarían a que la FED moviese ficha primero y luego observarían el escenario sin prisas. El guión lo están cumpliendo, no dijo nada negativo ni nada que no se supiese, pero los inversores son soberanos en sus tomas de decisiones y la presión vendedora se impuso en gbp/usd.
Para el 2016 podríamos ver cómo GBPUSD pierde el soporte de 1,4629 y no sería descabellado ver a lo largo del año niveles de 1,40-1,4150.
Técnicamente hablando, la tendencia principal sigue siendo bajista y el precio se encuentra dentro del rango de un canal tendencial descendente.
La zona de soporte interesante se encuentra en el nivel de 1,4629 para ver si permite un rebote al alza el día que llegue el precio. No me refiero a un cambio o giro de tendencia, sino a un freno en la caída y posterior rebote o impulso al alza, pero dentro del contexto de que seguiríamos en una tendencia primaria bajista.
Trazando retrocesos Fibonacci primarios, obtendríamos tres niveles, siendo el primero de ellos un primer objetivo teórico de cualquier rebote alcista que se produzca, concretamente en 1,52-1,5235. Pero para ello se debería de cumplir el requisito de no perder los mínimos de la última caída (1,4806) ya que en ese caso los niveles Fibonacci quedarían desvirtuados y habría que reajustarlos.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es