Probablemente ya hayas visto suficientes gráficos que representan lo que sucede cuando la Reserva Federal comienza a subir las tasas de interés. Probablemente también hayas escuchado que no hay que hacer demasiado caso a esos gráficos porque este ciclo es muy diferente a todos los anteriores.
Sin embargo, por la razón que sea, nos alivia estudiar el pasado cuando se trata de resolver que pasará ante un acontecimiento imprevisible, ya se trate de lo que sucederá en los mercados financieros cuando la Reserva Federal sube tipos o qué equipo de fútbol ganará analizando los últimos resultados.
Algunos estudios sobre el pasado son más creíbles que otros. Lu Wang, de Bloomberg, presentó unos pocos en un artículo sobre el mercado de valores de Estados Unidos cuyo resultado tienen una buena probabilidad de ser correcto.
«En primer lugar, el S&P 500 fue más volátil en 10 de los últimos 12 ciclos de subidas de tipos», señala Michael P Regan en Bloomberg. «Analizando los últimos 70 años, la oscilación diaria del índice aumentó en un 23 por ciento de media en los seis meses posteriores al primer aumento de tipos en comparación con el semestre anterior a la subida.
En segundo lugar, la relación PER (precio de la acción entre su beneficio por acción) de los componentes del S&P 500 se redujo durante el primer año en 10 de los 12 ciclos de subidas de la Fed, con una caída promedio del 15 por ciento.
Curiosamente, estos dos fenómenos parecen haber comenzado incluso antes del primer aumento de tipos.
Los movimientos diarios hacia arriba o abajo en el índice han promediado casi 23 puntos, más de un 30 por encima de la media de 2014. El S&P 500 estableció un récord en mayo y las valoraciones parecen haber detenido su marcha alcista (ver gráfico).
La mayoría de las reuniones de la Fed serán vistas como potencialmente «vivas» ya que es probable que conduzcan a una subida de tasas. Las previsiones apuntan a que la mitad de las ocho reuniones programadas en 2016 producirá un incremento de 25 puntos básicos. Así que eso significa que cada discurso de las autoridades monetarias tendrá el potencial de causar nerviosismo. Y el aumento de las tasas de interés provoca más competencia para las acciones, ya que cada vez es más atractiva la inversión en renta fija, y unos mayores costes de endeudamiento de las empresas, por lo que es difícil imaginar que se reanude la expansión de las valoraciones en el corto plazo.
Entonces, ¿qué significa esto para los mercados de acciones? Más ganancias son posibles, pero requieren un repunte en el crecimiento de los beneficios. Sobre la base de las estimaciones actuales de los analistas, el S&P 500 debe experimentar un crecimiento de los beneficios de un 7,1 por ciento en 2016. ¿Cuál es el problema? Hace justo un año, los analistas predijeron un crecimiento del beneficio del 6.9 por ciento para 2015, y ahora tendrá suerte si el crecimiento no es negativo.
Y los sectores con mejores perspectivas de beneficios para el próximo año no están nada baratos, con unos PER por encima del crecimiento de beneficio esperado.
Las acciones extendieron sus ganancias después de que la Reserva Federal aumentara las tasas el miércoles, pero no deben sacarse conclusiones precipitadas incluso si el rally continúa hasta finales de año.
La euforia de fin de año podría significar que el S&P 500 alcance los máximos históricos en el corto plazo e incluso los supere, pero es difícil imaginar que pueda permanecer allí por mucho tiempo a no ser que los beneficios mejoren considerablemente. El toro podría no estar muerto, pero nunca ha parecido tan agotado.»
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa