Dan V. es un experto en trading y en operaciones matemáticas diseñadas para sus potentes ordenadores. Afincado en Londres reconoce «sufrir una drogodependencia especial del corto plazo, porque mañana será otro día». Dice que es especialista en desastres bursátiles «¿Y no es un desastre lo que ha ocurrido con los índices globales desde el comienzo de abril? Ustedes han aireado a los cuatro vientos que el Ibex nunca tuvo un desenlance tan trágico desde su constitución, con diez caídas encadenadas», me dice. «Pero en la Bolsa«, añade, «nada es para siempre ni para todos, tampoco para uno sólo. El mundo gira, el día sucede a la noche y la noche al día. Unos odian los rayos de luz, porque los deja ciegos. Otros, la mayoría, tienen miedo la noche y sucumben presa del pánico. Miedo a la noche, miedo a la oscuridad económica global, salvo en USA. Miedo a los tipos de interés. Miedo al supermegaendeudamiento global. Miedo a China. Miedo a que las medidas adoptadas por los bancos centrales hayan servido sólo para animar a los mercados financieros…»
«Miedo a los Emergentes. Miedo al miedo y, de nuevo, la ley del péndulo. Períodos de desánimo tan acusados como los vividos en los últimos días se dan pocas veces. Esos momentos hay que saber aprovecharlos…»
«En el caso español, cuya Bolsa sigo desde Londres al instante, movimientos tan violentos como los vividos desde principios de diciembre delatan el fuerte peso que el préstamo de valores y las posiciones cortas en la Bolsa española. Cuando se cierran las posiciones (cortos) los efectos alcistas no tienen parangón, en un proceso inverso al de venta, que provocan efectos devastadores. A eso los especialistas lo denominamos efecto chimenea, algo así como una poderosa succión que manda el humo (precio de las acciones) al cielo, para que luego vuelvan a caer, aunque desconocemos cuándo…»
«Estos movimientos son de tal envergadura que sólo lo pueden desarrollar los potentes ordenadores, que son, a su vez, los mismos que catapultaron los precios antes. Esta forma de hacer es la típica de los hedge fund. Ahora que sacarle unos euros a la Bolsa se ha convertido en una misión imposible, la clave del éxito está en la anticipación al efecto chimenea. Para ello, hay que buscar los valores con mayor número de títulos vendidos o prestados y jugar en sentido contrario. Pero no hay que permanecer mucho tiempo en esta posición, porque suele ser costosa y, con frecuencia, requiere una larga espera, que sólo los operadores con nervios de acero pueden aguantar. En todos los movimientos desarrollados en los últimos años, el denominado común ha sido LA FALTA DE NEGOCIO…»
«Por eso, puede darse un crash a la inversa, una especie de pánico comprador, que, lógicamente, sería falso. Es cuando los periódicos hablan de cazagangas y demás…»
«¿Por qué? Desde enero, las posiciones cortas sobre la bolsa española se han multiplicado prácticamente por dos hasta alcanzar los 6.232 millones de euros, según los últimos datos reportados por el Regulador español…»
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa