Ya les entiendo: ¿cómo vamos a pensar en el día después de la reunión del BCE sin conocer qué ha decidido?. Pues les advierto que así es la vida, especialmente en el caso de los mercados: intentan ir siempre por delante. Es más, en nuestro caso concreto, ya muchos pensamos en 2016. Al final, si el BCE se dejará margen de maniobra para tomar nuevas medidas durante el próximo año. Y en mi opinión debería hacerlo. Aunque, por otro lado, todos también sabemos que la política monetaria puede ser estirada al máximo. Aunque nada es ilimitado en la vida, especialmente en términos de eficiencia. Piensen ahora en 2016: sesgo continuado alcista en el caso de la Fed (incluso pese a que haya subido ya sus tipos en diciembre), protagonismo «expansivo» del resto de los principales bancos centrales, riesgos elevados desde emergentes (economía y mercados), baja inflación (pero no deflación) y crecientes tensiones políticas. ¿Cómo cuadra todo esto con el objetivo prioritario de los bancos centrales de la estabilidad financiera? no, no es nada fácil.
Miren ahora estos gráficos. Representan respectivamente un tipo de interés promedio mundial y algo similar en el caso de la bolsa….¿se puede repetir este perfil de comportamiento en 2016? Yo no lo descarto. Aunque temo que la segunda mitad del año en 2016 sea incluso más negativa para las bolsas y más positiva para la deuda.
¿Que por qué soy tan negativo para los activos de riesgo a medida que avance 2016? Es relativamente sencillo: temo las sorpresas que puedan producirse. Y soy riguroso con la máxima de que me inquieta más lo que conozco que lo que sé.
Vuelvan a releer el segundo párrafo anterior. Esto es lo que yo sé; creo que es lo que todos sabemos. La cuestión ahora es si la discrepancia entre los principales bancos centrales a nivel mundial puede llevarse parte del efecto beneficioso que supone una mayor expansión de liquidez (una cosa es subir los tipos y otra reducir balance; la Fed sigue aumentando balance y lo seguirá haciendo en los próximos meses). En definitiva, con unos inversores apalancados y un ciclo económico/ crédito ya muy maduro hay que temer el aumento en el futuro de la aversión al riesgo. Excusas y argumentos como ven no faltan.
Por el momento les diré que en una encuesta ayer de Reuter entre traders 19 de 20 esperaban más QE y 13 de 20 se inclinaban por un recorte del tipo de depósitos. Demasiado comedidos para esta reunión en mi opinión, tras todo lo escuchado en los últimos días desde varios consejeros del ECB (incluido su Presidente). La capacidad de sorpresa del ECB sigue siendo, como vemos, una herramienta útil para los bancos centrales. Y así debe seguir siéndolo en el futuro próximo. Un futuro que, más allá del buen comportamiento de los activos de riesgo que espero para las próximas semanas, sigue siendo muy incierto a medio plazo.
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España
La Carta de la Bolsa