La Bolsa se convierte en una opción atractiva para los nuevos inversores que quieran buscar una rentabilidad adicional ante el escaso rendimiento de los activos sin riesgo.
¿Nuevo en Bolsa? Para ser un buen inversor de renta variable no hay una única receta. Sin embargo, los ingredientes necesarios son: un conocimiento básico sobre el mercado bursátil, tener claros los objetivos que se pretenden conseguir, determinar el capital que se va a invertir y, por supuesto, disponer de un buen asesoramiento financiero profesional.
Éstas son las cinco claves más óptimas para comenzar en Bolsa y manejar lo mejor posible sus riesgos.
1. Rentabilidad igual a riesgo. El inversor debe saber que a mayores expectativas de grandes y rápidas ganancias suelen corresponder mayores riesgos. «Quien ofrezca lo contrario está intentando vender una estafa. Hay que tener especial cuidado con aquellos valores que ofrecen una rentabilidad superior a la del mercado», afirma Francisco Marín, analista financiero de EFPA.
2. No invertir el dinero que se necesite a corto plazo. El capital que se invierte en Bolsa debe ser el que no se necesite en un periodo corto de tiempo. La Bolsa, al fin y al cabo, está sujeta a las acciones de las personas y de ahí su imprevisibilidad. Por ello, no invierta el dinero que necesite de manera inminente o no pueda arriesgarse a perder.
3. Definir la cartera y el perfil inversor. Antes de entrar en el parqué hay que perfilar cómo será la gestión y qué tipo de cartera se ajusta mejor al cliente. «Lo primero que hay que definir es la situación financiera actual, determinar los objetivos de manera realista, en qué plazo lo quiere hacer y cuánto riesgo está dispuesto a asumir», declara el experto de Tressis, Guillermo Domínguez. También es fundamental definir el vehículo de inversión que se pretende utilizar y por último, si se necesita asesoramiento. El siguiente paso es establecer un tipo de cartera conservadora, moderada o agresiva.
«El perfil del inversor español es altamente conservador, lo que demuestra el gran éxito de los fondos monetarios, los fondos de inversión con objetivo concreto de rentabilidad, garantizado o no, y los fondos de renta fija, que hasta ahora representan más de los dos tercios del patrimonio total de los fondos. No obstante, en lo que llevamos de año, el 59% de las nuevas suscripciones a fondos de inversión son en categorías con alguna exposición a renta variable, mixtos o renta variable pura» según fuentes de Inverco.
4. Evaluar y mejorar el conocimiento sobre el mercado y la formación. Comprobar si estamos capacitados para gestionar las finanzas puede determinar el éxito. Pedir asesoramiento financiero ayudará a que los productos se ajusten mejor al perfil de cada cliente. Delegar en una entidad especializada proporcionará una cartera flexible y óptima según el objetivo, horizonte y finalidad. Sin embargo, el inversor debe saber lo que compra, con qué objetivo o rentabilidad, en qué plazo, qué riesgos está asumiendo y cuáles son las comisiones de gestión.
5. Cuidado con los chollos. Pueden dar muchos sustos y pocas alegrías. Por último, la Bolsa es otro mercado como el resto y por ello, los descuentos llamativos o las ofertas no suelen ser una apuesta siempre segura. «No se deje engañar por los chollos financieros que ofrecen una alta rentabilidad y un riesgo inapreciable, este tipo de compra suele provocar grandes pérdidas para el inversor», recalca Marín.
Estrategia
Teniendo en cuenta estas claves, el analista de Inversis, David Navarro resume que primero hay que establecer una estrategia de ahorro, contando con los índices económicos como la inflación, y definir la rentabilidad óptima. En este sentido el analista de Tressis, Guillermo Domínguez, añade que para una cartera moderada obtener una rentabilidad de entre el 3,5% y el 4,5% es un resultado aceptable. Además, Navarro recomienda establecer una cartera de valores seguros, serios y rentables, como Santander o Inditex, y aconseja que para inversiones a corto plazo «lo más fácil y cómodo, es el fondo de inversión».