Normalmente, cuando hablamos de Fondos de Renta Variable, tendemos a dar por supuesto que las estrategias que siguen todos ellos son similares, y que la única diferencia existente radica en la región geográfica o en el sector empresarial en el que invierte cada uno de ellos.
Sin embargo, cuando profundizamos un poco nos damos cuenta de que esa visión está bastante alejada de la realidad. De hecho, existen diversas estrategias seguidas por los gestores de estos fondos. Y, obviamente, la estrategia puede influir en la rentabilidad final tanto como la región geográfica.
Para que nos hagamos una idea, vamos a enumerar las principales estrategias estándares que hoy en día siguen los fondos de renta variable.
1) Detección de Oportunidades: estos fondos se dedican al stock picking. Su objetivo es localizar empresas con una notable historia de resultados y con buenas expectativas de ganancias futuras. Con esta definición, las acciones seleccionadas suelen ser medium caps, evitando en cualquier caso una alta ponderación en blue chips. La base de esta estrategia radica en el análisis fundamental.
Por ejemplo, aquí encajaría el fondo Alken European Opportunities, que lleva una rentabilidad anualizada del +9% en los últimos 10 años.
2) Potencial de Crecimiento: se trata de invertir en empresas que disfrutan de un mercado potencial en expansión constante y para las que no suelen surgir nuevos competidores. Estas empresas generalmente están localizadas en mercados emergentes, que son los que tienen mayor potencial, aunque también pueden seleccionarse empresas europeas que tengan un alto porcentaje de su negocio ligado a dichos mercados.
Por ejemplo, un típico fondo de Crecimiento sería el Franklin European Growth, que lleva una rentabilidad anualizada del +10% en los últimos 10 años.
3) Inversión por Convicción: los fondos que siguen esta estrategia suelen invertir en empresas que han sido seleccionadas simplemente por la convicción del equipo gestor de que su acción va a tener una rentabilidad muy positiva en el futuro, independientemente de los acontecimientos externos. Estos fondos suelen aprovecharse de la experiencia de los gestores.
Por ejemplo, un clásico ejemplo de esta metodología es el fondo Pioneer Funds Euroland Equity, que acumula una rentabilidad anualizada del +6% en los últimos 10 años.
4) Inversión en Valor: como es fácil de deducir, estos fondos invierten en empresas siguiendo la política de «Value Investing», es decir, aprovechar las correcciones de corto plazo de las cotizaciones para invertir a largo plazo en empresas con buenos datos fundamentales (tal y como hace Warren Buffet).
Por ejemplo, un fondo que sigue esta estrategia es el famoso Bestinfond (de los gestores estrella Francisco García Paramés y Alvaro Guzmán de Lázaro), con una espectacular rentabilidad anualizada del +11% en los últimos 10 años.
5) Captura de Dividendos: se trata de seleccionar empresas que estén distribuyendo altos dividendos de forma estable. Además, dichas empresas deben encontrarse infravaloradas y tener la capacidad de incrementar la retribución en el futuro. Finalmente, comentar que algunos fondos acumulan este dividendo en el capital global, mientras que en otros se distribuye en forma de rentas periódicas entre los partícipes.
Por ejemplo, aquí podríamos mencionar el fondo M&G Pan European Dividend, con una rentabilidad anualizada del +5% en los últimos 10 años.
6) Situaciones Extraordinarias: estos fondos tratan de invertir en empresas de calidad que se hayan envueltas en reestructuraciones, fusiones, adquisiciones o que se encuentren en proceso de recuperación, siempre y cuando se pueda obtener un beneficio de esas situaciones (obviamente).
Por ejemplo, un fondo especializado en esta estrategia es el JPMorgan Investment Funds Europe Recovery, con una rentabilidad anualizada del +7% en los últimos 10 años.
7) Control de Volatilidad: estos fondos tratan de alcanzar una volatilidad muy inferior a la media del mercado. Para ello, invierten en empresas con baja volatilidad. Además, las acciones de la cartera deben estar poco correlacionadas unas con otras. Suelen estar enfocados en sectores defensivos y en medium caps.
Por ejemplo, aquí tenemos el fondo Robeco European Conservative Equities, con una notable rentabilidad anualizada del +6% en los últimos 10 años.
8) Potencial Emprendedor: la idea de esta estrategia es la de invertir en empresas emprendedoras, es decir, lanzadas y gestionadas por sus propietarios. Estas empresas, al ser proyectos nacientes, suelen tener un objetivo a largo plazo y no están tan pendientes de los beneficios de corto plazo. Por supuesto, deben ser líderes de un área de negocio especializada, lo que hará que no se vean tan afectadas por las crisis globales.
Por ejemplo, un importante fondo que opera con esta estrategia es el Carmignac Euro-Entrepreneurs, que alcanza una rentabilidad anualizada del +10% en los últimos 10 años.
En resumen, estos son los principales tipos de estrategias con los que nos podemos encontrar a la hora de seleccionar un fondo de inversión en renta variable. En realidad, ninguna de las estrategias es superior a las demás. Básicamente, tendremos que seleccionar la que mejor se adapte a nuestra psicología, porque así sufriremos menos con la evolución de nuestro fondo.
Y nada más. Como siempre, esperamos que la información os haya sido de utilidad. Aunque no la vayamos a emplear próximamente, siempre es interesante incorporar estos conocimientos a nuestro repertorio. Nunca se sabe cuándo vamos a necesitarlos.
Fuente: Tambolsa