Si deseas emprender, pero no tienes clara una idea de negocio o no te atreves a empezar de cero, la franquicia es una opción. Tienes la oportunidad de abrir un local con una marca conocida, contar con su apoyo y experiencia en la puesta en marcha y ser otro reclamo para aquellos clientes que ya frecuentan la enseña. Conseguir más consumidores y ser el número uno de la cadena depende de tus capacidades empresariales.
En el 2012 el número de establecimientos abiertos aumentó un 2,5%, respecto a los 60.000 del año anterior. En el pasado ejercicio eran 1.040 las cadenas de enseñas que operaban en España, 93 más que al final del 2011. Este modelo de negocio sigue siendo una opción para el autoempleo. En el mismo el franquiciador, es el dueño de la firma, y el franquiciado, el emprendedor que adquiere una serie de derechos para explotar la marca durante un tiempo y en un lugar determinado. Este acuerdo está sujeto al cumplimiento de unas condiciones a cambio de una prestación económica.
El franquiciado no es el dueño de la marca. Por tanto, si deseas realizar alguna modificación sobre el negocio deberás consultarlo con la firma. Además, antes de tomar una decisión debes valorar aspectos como: la situación del mercado, las condiciones del contrato y la estrategia de la central franquiciadora. Conviene que elijas una cadena a medida de tus posibilidades, en un ámbito que domines y en el que tengas experiencia. Estas siete claves te ayudarán a tener éxito con este modelo de negocio y conseguir rentabilidad:
Los sectores más atractivos. Ocio y hostelería son los más seguros. Las hamburgueserías, las panaderías y las bocadillerías han experimentado en este último año un crecimiento del 5%. Destaca también el buen funcionamiento de los establecimientos de comida casera y yogur helado. Entre estos últimos destaca Llao-Llao. Su fundador, Pedro Espinosa, abrió la primera tienda en Alicante en 2009. Lo que nació como un modelo familiar es ahora una cadena de franquicias que se extiende hacia Europa, el Golfo Pérsico, Rusia, Venezuela y Singapur. Otros sectores que gozan de aceptación son el retail, el servicio a empresas y el cuidado de salud y la belleza. Empiezan a despuntar los negocios de lavandería, de cigarrillos electrónicos para dejar de fumar y los relacionados con las redes sociales.
Conviene que elijas una cadena a medida de tus posibilidades, en un ámbito que domines y en el que tengas experiencia
Rastreo. Realiza una búsqueda de información para profundizar en el sector al que te quieres incorporar. Asiste a ferias, seminarios y convenciones organizadas por las franquicias. Estudia el mercado y la competencia. Por otro lado, acudir al negocio como cliente te ayudará a conocer de primera mano el servicio. Visita también la central de la marca para observar su funcionamiento, los períodos de entrega y la logística. Y, por supuesto, trata de hablar con otros franquiciados en la red para conocer su experiencia.
Condiciones. Es esencial que conozcas la naturaleza del negocio, el mercado que abarca, la estructura directiva, las previsiones económicas, las condiciones contractuales y el plan de márketing. Para ello debes solicitar a la central franquiciadora: dossier informativo de la franquicia; condiciones del contrato; número total y relación de establecimientos abiertos y cerrados en el último año; inversión total; plan de explotación; y, por último, un estado de tesorería y amortización de los tres últimos ejercicios. También debes estudiar el funcionamiento de aspectos como: el reparto de la mercancía, los servicios al franquiciado y la reposición del producto constituyen factores a sopesar.
Inversión. No te endeudes por encima de tus posibilidades. Los expertos recomiendan que el límite de endeudamiento no sobrepase el 60% de los recursos propios. Debes tener en cuenta el canon de entrada y el royalty para saber si eres capaz de hacer frente a las obligaciones económicas con la franquicia. El canon de entrada es la cantidad inicial que debes abonar para comenzar tu actividad. El royalty se refiere al pago, fijo o variable y normalmente mensual, que el franquiciado realiza a la marca por los servicios que ésta presta.
Formación. Sírvete de la atención de la central en materia de asesoramiento, formación y reuniones periódicas. Lo idóneo es contar con cursos teóricos para estudiar los aspectos que definen al negocio, otra práctica para aplicar los conocimientos adquiridos y una última que consista en asistencia técnica y comercial.
Los expertos recomiendan que el límite de endeudamiento no sobrepase el 60% de los recursos propios
Diferenciarse. Como emprendedor tienes que conocer la estrategia que sigue la franquicia, por ejemplo, la ubicación de local, la adaptación a la demanda, el control de los costes y la imagen de marca. Otro aspecto fundamental es el valor añadido de la marca. La novedad es un punto a tu favor si tiene una buena acogida en el mercado, ya que puedes disfrutar de posibilidades de crecimiento. Sin embargo, no goza de la seguridad que te aporta una enseña más consolidada.
Ubicación. La localización es un factor estratégico. En la exclusividad territorial el franquiciador cede un derecho para que el emprendedor explote el negocio en una. La enseña suele determinar un área de influencia mínima para asegurar la actividad de la firma. Puede ser total, durante la vigencia del contrato, o parcial. En este caso es posible que se limite al establecimiento –en la zona puede haber otros puntos de venta que distribuyan los productos de la cadena-; y también es posible que sea temporal–el franquiciador se reserva el derecho a abrir otro local en el mismo territorio, pero antes le ofrece la opción al franquiciado-.