Según los últimos estudios psicológicos realizados, hay una serie de cualidades comunes que comparten todas aquellas personas que han triunfado en diversos campos de la vida. Es curioso verificar como muchas de dichas cualidades suelen salir recurrentemente en todos los estudios que se realizan periódicamente.
No quiere decir esto que tengamos que cumplirlas todas para alcanzar nuestro sueño, pero sí que sería interesante disponer del mayor número posible de ellas: eso allanaría nuestro camino. De todas formas, no existe una única vía para alcanzar el éxito, así que nosotros podemos crearnos la nuestra propia.
Según el estudio mencionado, las cualidades más importantes serían:
1) Dedicación. Si iniciamos un proyecto, es fundamental que creamos en él al 100% y que estemos dispuestos a invertir en él todo el tiempo posible. No valen las medias tintas.
2) Persistir con inteligencia. Es fundamental no dejarnos vencer por los obstáculos que vayamos encontrando en el camino. Cada vez que nos caigamos, debemos volver a levantarnos y continuar. Pero eso sí, también es importante que, cada vez que nos levantemos, hagamos los ajustes necesarios para no volver a tropezar con el mismo problema.
3) Crear comunidad. Teniendo en cuenta que nuestra fortaleza física es limitada, es importante conseguir, a nuestro alrededor, gente que crea en nuestro proyecto y que trabaje para ayudarnos.
4) Escuchar. Otra cualidad fundamental. Es imprescindible saber escuchar ya que, en caso contrario, no recibiremos información muy valiosa de los que están a nuestro alrededor. No es necesario hacer hincapié en las mejoras que podemos extraer para nuestro proyecto a partir de las opiniones de nuestros clientes, lectores o colaboradores.
5) Tener una historia que contar. La comunicación es clave para cualquier proyecto que iniciemos. Debemos tener la capacidad de conectar con la gente ya sea para generar clientes, lectores o colaboradores.
6) Poner a prueba las ideas tan pronto como se pueda. Una vez que tengamos clara cuál es la idea del proyecto, no tiene sentido retrasar su puesta en práctica. Cuanto antes sepamos qué tal funciona realmente, antes podremos ir realizando las correcciones oportunas para guiar nuestra nave.
7) Controlar las emociones. Si no somos capaces de controlar nuestras emociones, entonces seremos meras marionetas en manos de los éxitos y los fracasos que nos vayan sucediendo. Tomaremos decisiones puntuales influidos por ellos y, por tanto, perderemos de vista los objetivos finales de nuestro proyecto.
8) Evolucionar. Esto es imprescindible. Por un lado, si el entorno cambia, nosotros tenemos que ser capaces de adaptarnos lo antes posible. Por otro lado, siempre tenemos que estar dispuestos a avanzar en la finalidad de nuestro proyecto, ya que pueden surgir ideas que nos hagan crear nuevos objetivos o modificar los ya existentes. Sin evolución nuestro proyecto está condenado a ser finalmente superado.
9) Ser paciente. Aquí es importante que tengamos visión de largo plazo. Debemos tener la capacidad de sacrificar las recompensas de corto plazo con el objetivo de maximizar los resultados de nuestro proyecto a más largo plazo.
10) Ser feliz. Por último y, a pesar de su apariencia sencilla, no por ello menos importante. Es bien sabido que si no se disfruta con la actividad que estamos realizando entonces nuestra capacidad de tener éxito en ella disminuye exponencialmente. Es fundamental que los objetivos del proyecto encajen con nuestros objetivos vitales.
Por supuesto, si no somos buenos en alguno de estos puntos, siempre existe la posibilidad de trabajar para mejorar en él. Normalmente, las cualidades suelen ser una mezcla, a partes iguales, de habilidades de nacimiento y de trabajo para depurarlas.
Saludos.
Fuente: The Art of Doing: How Superachievers do what they do and How They do it so well.