1- Reinvierte tus beneficios
Estando aún en el instituto, Buffett compró una máquina de pinball para instalarla en una barbería local. Con ese dinero adquirió ocho máquinas más, las vendió y utilizó el capital para hacer sus primeras inversiones en Bolsa.
2- Sé diferente
Tomar decisiones en función de lo que dice o hace otra gente es un error. Buffett no se compara con nadie, y solo se fía de su propio «contador interno». Su mérito ha sido comprar a buen precio inversiones infravaloradas por el mercado.
3- No pierdas tiempo
Cuando ha reunido toda la información necesaria para tomar una decisión, Buffett no pierde el tiempo. Solo se reúne con aquellos que ponen precio al negocio antes de empezar. A cambio, él les da una respuesta inmediata.
4- Atención a los detalles
Concretar los detalles de un negocio es fundamental. Él lo aprendió el día que su abuelo lo »contrató» para achicar el agua de su ultramarino tras una tormenta. Después de cinco horas tuvo que repartirse 90 céntimos con un amigo.
5- Pon atención a los pequeños datos
Buffett presume de que los gerentes de sus empresas viven obsesionados por los costos más insignificantes, como el papel higiénico.
6- Limita tus préstamos
Vivir de hipotecas y créditos jamás te hará rico. Su consejo: negociar con los acreedores, saldar las deudas y empezar a ahorrar para poder invertir de nuevo.
7- Ser persistente
Según el empresario, es la única forma de ganarle la partida a un competidor más consolidado.
8- Aprender a perder
Cuando tenía diez años, perdió un par de apuestas en el hipódromo. Para recuperarse, volvió a apostar y terminó la tarde arruinado. Se sintió derrotado. Moraleja: aprende a retirarte a tiempo.
9- Valora los riesgos
Es el consejo que le dio a su hijo Howard, cuando el FBI lo investigó en un caso de fijación de precios. Howard dimitió al día siguiente. Ponerse en la mejor y la peor de las situaciones es su infalible método para tomar decisiones complicadas.
10- Entiende el significado del éxito
Buffett jamás lo ha medido en dólares. “Al final, el éxito en la vida se mide por cuántas personas que querías que te quisieran te quieren de verdad. Ese es el test definitivo”