Es un tipo de negociación en los mercados financieros utilizando herramientas tecnológicas avanzadas, robots sofisticados, que ejecutan millones de órdenes de compra-venta en milésimas de segundo empleando algoritmos informáticos. Cada posición de inversión se mantiene durante períodos de tiempo ínfimos; fracciones de segundo. Estamos hablando de miles o decenas de miles de operaciones al día. Son operaciones sin riesgo overnight; es decir, no se dejan abiertas al cierre.
Esta operativa es utilizada sobre todo por banca de inversión, brokers y fondos de inversión. Se estima que comenzó a utilizarse en el año 1999 y su crecimiento está siendo exponencial.
El trading de alta frecuencia ha ido evolucionando a lo largo de los últimos años, tanto en la rapidez y frecuencia de las órdenes como en lo que representa este tipo de operativa en el total del volumen del mercado. Se calcula que el trading de alta frecuencia supone más del 60% de las operaciones de capital en EEUU, del 40% en Europa y del 10% en Asia.
Este tipo de trading, puede explicar cómo empresas como JP Morgan ganan en más de 200 días, de 250 días de trading al año.
Este tipo de operativa ha causado gran controversia en los mercados, ya que sin duda demuestra que no todos los intervinientes en el mercado cuentan con las mismas armas y puede provocar gran volatilidad, como ocurrió en el Flash Crash del 6 de mayo de 2010, durante el cual el Dow Jones sufrió su mayor caída intradía de la historia, (mil puntos, un 9%), y en tan solo un par de minutos, tras un desplome sin precedentes, regresó a los niveles anteriores, marcando una profunda V. Durante esa caída y recuperación fulgurante algunas empresas y algunos inversores perdieron millones de dólares, y otros los ganaron en cuestión de minutos y demostró al mundo que es necesario la regulación y control de este tipo de trading.
Se puede decir que cada vez más, el mercado bursátil está en manos de máquinas que en manos de seres humanos. Las compañías que utilizan el trading de alta frecuencia tienen instalaciones cercanas a las Bolsas y cuentan con salas con computadoras gigantescas, responsables de lanzar millones de órdenes de compra-venta, algo que el ser humano no sería capaz de hacer. A pesar de su popularidad y su imponente auge en los últimos años, el oscurantismo sigue rodeando a todo lo que rodea el trading de alta frecuencia.
David Galán