La suspensión de la cotización de un valor es una sanción o una medida cautelar de carácter temporal dictada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La finalidad de la suspensión es la de proteger a los inversores en momentos en los que un valor está sujeto a determinadas circunstancias que alteran el desarrollo normal de las operaciones en el mercado.
1) La suspensión protege al inversor
La suspensión de la cotización de un valor se produce cuando surgen rumores sin confirmar que afectan de lleno al valor y a su negociación en el mercado.
También se suspende la cotización en otros supuestos:
cuando una sociedad incumple su deber de informar al mercado, o bien cuando se presenta y aprueba una OPA o una OPV sobre valores cotizados. Entonces, se suspenden las acciones afectadas.
2) ¿Quién decide la suspensión?
La decisión de suspender la cotización de un valor está en manos de la CNMV, aunque, en determinados casos de mayor gravedad, también podrán tomar esta medida las Sociedades Rectoras.
La CNMV, encargada de velar por la transparencia de las operaciones, dicta la suspensión en una fecha determinada con el fin de evitar posibles situaciones de desigualdad entre los inversores
3) Suspender no es excluir
Mientras que la exclusión de un valor es una medida definitiva, es decir, el valor suspendido de la cotización no vuelve a cotizar en el mercado, la suspensión es una decisión de carácter temporal. Una empresa suspendida de la cotización sigue formando parte del mercado de valores, aunque sus valores no puedan negociarse durante un período determinado, cuya duración es potestad de la CNMV.
4) Efectos de la suspensión
Un valor suspendido de la cotización no podrá negociarse a través de la Bolsa hasta que dicha suspensión haya sido levantada por la CNMV. Sin embargo, la sociedad suspendida sigue formando parte del mercado, por lo que tendrá que hacer frente a sus correspondientes obligaciones ante las autoridades bursátiles y sus accionistas.
Las suspensiones no suelen tener una larga duración, ya que pueden afectar, en mayor o menor grado, al inversor: al no cotizar en Bolsa, los valores pierden liquidez y sus propietarios no pueden venderlos en el mercado.