Aunque el horario de apertura y cierre se cumple casi a «ratajabla», las autoridades del mercado prorrogan la sesión cuando alguna circunstancia realmente excepcional lo requiere.
En ocasiones, se trata simplemente de problemas técnicos, en otras, las razones son de carácter económico, como puede ser una fuerte caída en los últimos minutos de la sesión.
1) Se prorroga la jornada por un «minicrash»…
La decisión de prorrogar la jornada depende de la Comisión de Contratación, que debe comunicarlo a la CNMV. Como ejemplo de ello puede servir la actuación durante el «minicrash» de octubre de 1997. Las buenas noticias económicas que venían de EEUU auguraban una reacción de Wall Street. Para frenar la caída, las autoridades bursátiles decidieron prorrogar la sesión y aprovechar la remontada de Nueva York.
También se suele extender la jornada cuando se da una repentina caída en los últimos minutos, y facilitar así la reacción de los operadores. Otro caso similar ocurre el primer día de las OPV con más éxito. La avalancha de peticiones de títulos obliga normalmente a adelantar en media hora la preapertura.
2) … o por un «apagón»
No sólo por razones de mercado extiende su horario la Bolsa. Los consabidos fallos tcnicos han provocado alguna vez la suspensión de las negociaciones y, para recuperar el tiempo perdido, han obligadéo a las autoridades a prorrogar la jornada.
Se han dado casos en los que un aluvión de peticiones de compra o de venta ha colapsado los ordenadores del mercado continuo, ya que su programación era incapaz de digerir tantas operaciones en un mismo momento. Para solventar este problema, se aumentaba la sesión, con el fin de que todos los operadores pudiesen ejecutar sus órdenes.
Los problemas informáticos se solventaron en marzo de 1997. Pero siempre hay imprevistos. Por ejemplo, el mercado continuo ha Bolsa de Madrid vio interrumpida su actividad durante quince minutos por un «apagón». En esa ocasión, la autoridades decidieron minutos antes de la hora de cierre que continuara la sesión el cuarto de hora que había permanecido interrumpida.