La amplia, y muchas veces oscura, jerga bursátil está repleta de términos anglosajones y de otros tan originales como especializados cuyo significado no es siempre fácil de comprender.
Blue Chip: Se denomina así a las grandes empresas cotizadas, que operan en los sectores económicos más relevantes. Destacan por su elevada liquidez, porque se negocian en varias áreas geográficas, por su capacidad para generar altos beneficios y dividendos y por gozar del máximo prestigio entre los inversores internacionales. En el caso de España, valores como Inditex, Banco Santander, Telefónica, BBVA o Iberdrola encajan en esta denominación.
Chicharros: Al contrario que los blue chip son valores con escasa liquidez, lo que les confiere una mayor irregularidad en su trayectoria bursátil. Los movimientos nerviosos y fuertes tanto al alza como a la baja son su característica principal. Con poca cobertura por parte de los analistas, el nivel de riesgo que comportan suele ser muy superior al de las grandes compañías. Cada año lideran el ránking con mayores subidas y bajadas.
Free Float: Es la parte del capital de una empresa que se negocia libremente en la bolsa. Es decir, la que no está controlada por uno o varios accionistas estables de referencia. Cuanto mayor es el free float, mayor es la liquidez y por lo tanto el nivel de actividad de las empresas cotizadas.
Hedge funds: Se han hecho famosos gracias a sus millonarias apuestas bajistas durante la gran crisis. Son fondos dirigidos por grandes especialistas en mercados financieros que tratan de sacar el mayor partido posible de las ineficiencias de las empresas cotizadas. Están dirigidos a inversores sofisticados y entrañan un alto riesgo.
Insider: El término inglés significa iniciado. Se usa para designar a los consejeros y directivos que compran o venden acciones de las empresas a las que prestan sus servicios. Aunque se suele utilizar de forma peyorativa para señalar a los que utilizan información privilegiada de forma fraudulenta en bolsa, la actividad de los insider sirve para medir el grado de compromiso de los directivos con sus compañías.
Pay-out: Un clásico de la jerga bursátil. Es la parte del beneficio de una empresa que se destina al pago de dividendos.
PER: Es la referencia más usada para medir hasta qué punto está caro un valor. Se corresponde con el término inglés price earnig ratio y mide cuantas veces está contenido el beneficio de una compañía en el precio por acción. Cuanto más alto sea el PER, más cara está la empresa; y al contrario.
Ponerse corto: Corto es sinónimo de bajista. Se utiliza cuando un inversor apuesta porque la cotización de una empresa va a caer. Para interponer una posición corta o bajista es necesario pedir prestados los títulos de un valor y venderlos en el mercado con la expectativa de que la cotización caiga. Si efectivamente el precio de mercado baja, se recompran las acciones en el mercado a un precio inferior, se devuelven las acciones prestadas y el inversor se embolsa la diferencia.
Scrip dividend: Son los dividendos que se abonan en acciones y no en efectivo. Para hacer el pago, las empresas tienen que ampliar capital.