Una de las comunidades financieras más populares en internet es la del bufón multicolor (The Motley Fool). Con su creación, los hermanos Gardner han tratado de acercar y hacer más simple el mundo de la inversión al gran público. Una de sus herramientas para conseguirlo ha sido el uso de diversos sistemas fundamentales, donde al usuario no se le exige poseer un amplio conocimiento de la teoría financiera, sino tan sólo la capacidad de seguir unas reglas simples. Uno de sus sistemas es el de «los cuatro tontos» (The Foolish Four).
1) Introducción
Este método es una modificación de otro sistema clásico. Éste consistía en comprar a principios de año aquellas 10 acciones del índice Dow Jones que ofreciesen una mayor rentabilidad por dividendo (RPD), esperar a fin de año y reequilibrar la cartera, de manera que se volvía a empezar el año con los 10 de mayor RPD.
Esta simple estrategia hubiera proporcionado un retorno anual del 18% en los últimos 25 años, muy por encima del retorno logrado por el mercado, aunque es evidente que adolece de los mismos problemas que el modelo de Graham. Por ejemplo, dentro de los 10 a comprar, ¿cuál es el mejor?
2) El Metodo
Motley Fool refina el método introduciendo una medida de volatilidad.
Así, The Foolish four clasifica a las distintas acciones del Dow según el siguiente ratio:
Una vez clasificada cada acción según su ratio, en orden descendente, hay que comprar la número 2, 3, 4 y 5. Saltarse la número 1 es una medida profiláctica, pues la observación histórica nos dice que la acción que tiene una gran RPD y está barata muy a menudo debe su estado a serios problemas estructurales.
3) Comentario del Metodo
La lógica detrás de este método es simple, aunque requiere un poco de atención por parte del lector. Hemos visto que hay una correlación entre una alta RPD y un mejor comportamiento de la cotización.
Dividimos por la raíz cuadrada del precio porque si estudios académicos han demostrado que la beta de una acción muestra una correlación inversa con el precio, esa correlación es mucho más fuerte con la raíz cuadrada del precio.
Dado que beta es una medida de volatilidad, lo que estamos haciendo es seleccionar aquellas acciones de entre las que tienen una alta RPD que se van a mover más. Y como pensamos que la alta RPD predispone a las acciones que la poseen a subir, el escoger las acciones que se van a mover más significa escoger las acciones que, de media, van a subir más.
Este método hubiese logrado un retorno de un 25% durante los últimos 25 años.