Vista la importancia de los tipos de interés, hemos de analizar cuáles son los factores que influyen en mayor medida en la evolución de los mismos.
1) Objetivos
En el contexto macroeconómico, seis son los objetivos que tradicionalmente buscan todos los responsables de las políticas económicas de los distintos países:
Crecimiento Económico
Inflación
Tipos de Interés
Empleo
Déficit Público
Sector Exterior/Tipo de Cambio
Además de estos factores, habría que añadir la influencia que sobre las variables anteriormente mencionadas ejerce el entorno internacional, tanto desde el punto de vista de economía real (crecimiento económico básicamente) como desde el punto de vista financiero, donde las variables que se ven más afectadas son el tipo de cambio, los tipos de interés y la evolución de las Bolsas.
2) Influencia de los Factores
A la hora de analizar la influencia que estos factores macroeconómicos tienen sobre la evolución de los tipos de interés, dos son los indicadores cuya influencia en la previsible evolución de los tipos de interés es más relevante con bastante diferencia.
Nos estamos refiriendo a la inflación y a la evolución del tipo de cambio.
3) La Inflación
La inflación, que es el indicador que mide el aumento en el índice de precios de un país en un periodo determinado, es la variable que más determina la evolución de los tipos de interés y a la que en consecuencia más atención presta la autoridad monetaria de los países de cara al establecimiento de la política monetaria.
El hecho de que los tipos de interés sean una variable tan globalizada hace que los flujos de dinero vayan buscando las mayores retribuciones en cualquiera de los mercados financieros del mundo; pero estas retribuciones han de ser evaluadas en términos reales, es decir, en términos de pesetas constantes o de poder adquisitivo, por lo que habrá que deflactar los tipos de interés nominales por el nivel de precios con objeto de conocer la retribución real del dinero.
Esto provoca que, si un determinado país o zona económica aumenta su inflación, es muy probable que tenga que subir sus tipos de interés nominales para mantener su retribución real del dinero.
Hay que decir que la influencia de la inflación en la evolución de los tipos de interés es especialmente relevante en todos los países, pero sobre todo en aquellos que presentan un grado de desarrollo mayor, en el que otro tipo de variables indicadoras de la estabilidad del país están muy superadas.
En el caso de países emergentes donde la situación económica, política y social es mucho menos estable que en países de primera fila, la importancia de la inflación, aun siendo considerable, se ve postergada por el influjo de la evolución de la divisa.
4) Tipo de Cambio
Cuando los mercados comienzan a desconfiar del futuro de algún país emergente, el primer efecto que se produce es un ataque a la divisa como consecuencia de la venta de activos denominados en la misma.
La primera reacción de los bancos centrales es el aumento de los tipos de interés para defender el tipo de cambio, lo que provoca a su vez un parón económico importante que puede seguir aumentando la desconfianza a nivel de los mercados internacionales. Esta situación es relativamente frecuente en los países emergentes y hay que tener mucho cuidado con ella ya que influye de manera absoluta en la evolución de los mercados como consecuencia del impacto inmediato en los tipos de interés de una debilidad de la divisa y su posterior influencia en el crecimiento económico.
Situaciones como la ocurrida en Méjico en 1994, en Rusia y Brasil en 1998 o en cualquier país de los llamados «tigres asiáticos» durante el periodo 1997-1998 son claros ejemplos a este respecto. Por lo tanto, en los países emergentes, y especialmente en el corto plazo, la evolución del tipo de cambio se torna en variable mucho más determinante de la evolución de los tipos de interés de lo que sería la inflación.
El resto de los objetivos macroeconómicos mencionados ya presentan una influencia mucho menos acusada en la evolución de los tipos de interés, y su influencia fundamental vendrá marcada por el impacto que tengan sobre la inflación la evolución de los mismos.
Así, el crecimiento económico y el empleo son datos muy relevantes en cuanto a la evolución de una determinada economía, pero sólo tendrán una influencia en los tipos si realmente ése crecimiento es generador de inflación (la creación de empleo es mucho menos significativa ya que normalmente es mucho más consecuencia del crecimiento que causa de él, aunque influya en el mismo por el lógico aumento de la renta disponible que suponen las rentas del trabajo).
Si una economía crece a tasas moderadas, y sobre todo sin presiones inflacionistas, no tiene porqué provocar un tensionamiento de los tipos de interés, al menos significativo.
No obstante, lo que parece claro es que crecimientos sostenidos e incluso crecientes durante largos periodos de tiempo ejercen una presión en la demanda interna que es muy difícil que no acabe produciendo un desplazamiento al alza del nivel de precios.
El efecto del déficit público en los tipos de interés es limitado, especialmente en los países desarrollados, y sólo en países emergentes en los que un elevado déficit público exija al Estado recurrir a financiación que pudiera elevar los tipos de interés podría hacer que el impacto del déficit en la evolución de los tipos de interés fuera relevante.
El impacto del entorno internacional no es despreciable en el sentido de la globalización de los mercados de tipos de interés anteriormente mencionada, si bien tampoco hay que magnificar este efecto ya que hemos sido testigos de movimientos muy dispares de tipos de interés en las principales economías mundiales, por lo que tampoco un movimiento de tipos internacionales ha de ser determinante de la evolución de los tipos de un determinado país o área, debido a que hay factores internos que determinan la evolución de los mismos en mayor medida que la indiscutible influencia que puedan tener los tipos a nivel internacional. (sirva el dato de la distinta evolución de los tipos de interés en Estados Unidos y en Japón, las dos principales economías mundiales antes de la irrupción de la Eurozona, donde es claro que los factores domésticos han influído en mucha mayor medida que los internacionales a la hora de determinar su comportamiento)
Por lo tanto, como conclusión, podemos decir que los tipos de interés se verán influenciados básicamente por la evolución de la inflación en países desarrollados, por el comportamiento de la divisa en países emergentes y en ambos casos por la evolución de los tipos de interés a nivel internacional por el posible efecto contagio, aunque este factor, como hemos mencionado anteriormente, también es de influencia limitada en países de primera fila.