El objetivo del análisis fundamental, como hemos comentado en el primer módulo, no es otro que llegar a proporcionar una recomendación de inversión sobre un determinado valor de acuerdo con la confrontación entre lo que el analista entiende que es su valoración fundamental y lo que el mercado dice en esos momentos, es decir, su precio, es decir, determinar el VALOR INTRINSECO.
De cara a realizar el proceso de la toma de decisiones, se pueden utilizar dos técnicas básicas de aproximación a los valores que van a depender del punto de partida para realizar las recomendaciones.
Los dos enfoques a los que nos estamos refiriendo son el Top-Down y el Bottom-Up, cuya traducción literal sería la de «Arriba-Abajo» y la de «Abajo-Arriba», pero que como tantos otros conceptos financieros, la traducción española correspondiente, como se puede apreciar, es poco gráfica o significativa, por lo que normalmente se impone la utilización de los términos en inglés, como tantas otras veces.
1) Top – Down
El método o enfoque Top-Down es aquél que toma las decisiones de inversión partiendo de las variables más globales para ir descendiendo progresivamente hasta las más específicas.
El proceso de la toma de decisiones podría seguir el siguiente camino:
El primer análisis consistiría en analizar la situación del ciclo económico internacional de cara a ver cómo influirá esa variable en las estimaciones que vaya a realizar el analista sobre la empresa en cuestión.
En un segundo lugar analizaremos las perspectivas de las economías nacionales o domésticas respectivas.
Posteriormente, dentro de cada una de las economías nacionales, deberemos prestar a atención a los sectores de cara a ver cuáles de ellos crecerán más que la economía en su conjunto y cuáles menos.
Una vez realizadas estas fases, vendría el análisis específico de cada compañía en la que habría que evaluar los aspectos fundamentales de la misma, entre los que destacamos los siguientes:
Posición competitiva de la compañía:
Cuota de mercado
Calidad del producto
Barreras de entrada
Rentabilidad de cada empresa
Eficiencia en términos de costes
Gestión de circulante
Exito de las inversiones pasadas
Apalancamiento operativo y financiero
Sensibilidad de los beneficios al nivel de actividad y situación financiera
Crecimiento de beneficios
Valoración. Determinación del Precio Objetivo
Recomendación de inversión y toma de decisiones
Por lo tanto, se ve que se parte de lo más global a lo más particular.
Es evidente que cualquier movimiento en una variable significativa tiene influencia en el conjunto de la economía, pero no va a ser lo mismo la influencia de que la economía crezca a una determinada tasa para una compañía cuyo negocio depende en gran medida de la demanda internacional, debido a que opera mediante un producto estandarizado con precios internacionales (lo que vulgarmente se conoce como commodities) como puede ser el caso de Acerinox, Asturiana de zinc o Ence, que el efecto de esta misma variable en compañías que dependen casi en exclusiva de la demanda interna (caso de Carrefour, resultado de la fusión entre Pryca y Continente o Altadis) o bien mantienen un sistema de precios regulados que varía mínimamente de año a año como es el caso del sector eléctrico o el de las autopistas.
2) Bottom – Up
En este segundo enfoque de análisis, el proceso de toma de decisiones es el inverso.
De este enfoque se dice que mediante su utilización no se analizan empresas, sino valores.
Se analizan oportunidades de inversión, independientemente de las perspectivas de las economías (sea internacional o doméstica) o de los sectores en su conjunto.
Intervienen tres elementos básicos en la toma de decisiones con la utilización de este enfoque:
El negocio
La valoración
El Riesgo, donde se diferencian dos tipos:
1.- De negocio o específico.
En el que influirán de manera importante el tipo de negocio, la situación financiera y la capacidad de aumentar beneficios y dividendos.
2.- De la acción o de mercado.
Aquí habría que prestar especial atención a dos variables:
a) Volatilidad de la acción
b) Liquidez de la acción
El empleo de un método u otro viene muy determinado por el tipo de empresa que estemos analizando y también de la tradición en la toma de decisiones de inversión por parte de los gestores.
Si se trata de países o mercados en los que la formación de precios no es especialmente eficiente (circunstancia que ocurre en los llamados mercados emergentes), el enfoque Top Down es mucho más útil en el sentido de que las grandes variables macroeconómicas son las que verdaderamente rigen el destino del mercado y casi ningún inversor se para a analizar los fundamentales de las compañías si las variables macroeconómicas no están a favor de un movimiento alcista del mercado.
Esto lo hemos visto en cualquiera de las recientes crisis que han azotado a países emergentes y que en la mayor parte de los casos han venido motivadas por factores macroeconómicos. Nos estamos refiriendo a cualquiera de las crisis de los países asiáticos del período 1997-1998, a la de Méjico del año 1994 o a la más reciente de Brasil en el año 1998.
El enfoque Bootom-Up es mucho más frecuente en países y mercados desarrollados en los que los riesgos macroeconómicos están normalmente muy bien controlados, o por lo menos no presentan excesivas variaciones en el corto plazo.
El caso de Estados Unidos es el más claro a este respecto, por lo que en este mercado (el más amplio del mundo con gran diferencia tanto en términos de capitalización bursátil como sobre todo por el número de compañías cotizadas) se pueden escoger valores y tener más o menos la garantía de que su evolución no va a estar especialmente influida por las variables macroeconómicas y que puede presentar un comportamiento totalmente distinto al del mercado, tanto para bien como para mal, ya que esta afirmación se cumple en ambos sentidos.
rosario dice
me sirvio bastante gracias