Las empresas que cotizan en la Bolsa, es decir, que negocian sus acciones en el mercado de valores, reparten cada cierto tiempo parte de sus beneficios entre los accionistas.
Estos beneficios son los dividendos. No son cantidades fijas, sino que varían en función de los beneficios y de la capacidad de financiación de las empresas. Por lo tanto, una empresa grande, con futuro y sin demasiados riesgos nos dará unos dividendos más altos y constantes que una empresa pequeña y con riesgos.
Las compañías que reparten más dividendos y de forma más estable son eléctricas y autopistas. También los bancos, pero estas entidades apuestan mucho por el crecimiento y parte de los beneficios se reinvierten en lugar de repartirse entre el accionariado.
No son cantidades fijas: varían según los beneficios y la capacidad de financiación de las empresas.
Las empresas menos sólidas, con mayores riesgos, suelen dejar de hacer beneficios cuando llegan épocas de vacas flacas. Sin embargo existe la posibilidad de que ganen mucho dinero (y repartan muchos dividendos) en un período corto.
Puede ocurrir también que las empresas obtengan muy buenos beneficios pero, en vez de repartirlos entre los accionistas, decidan emplearlos en procesos de inversión, financiación, o similar, porque de esta forma la rentabilidad será mayor.
Una parte de los beneficios empresariales va para los accionistas (dividendos) y otra permanece en la propia empresa para invertir en otros planes de futuro (reservas o autofinanciación). Esto ha sido frecuente en los últimos años.
Las empresas españolas están embarcadas en procesos de inversión internacional y necesitan ese dinero para financiar sus proyectos y continuar creciendo, por lo que el volumen de dividendos del año pasado fue inferior en un 2,06 por ciento al que se repartió en 1998.
Una empresa siempre se crea con el objetivo de ser rentable y obtener beneficios, de hecho, ésta es una de sus principales razones de ser. Teniendo en cuenta que los accionistas son las personas que arriesgan su dinero para crear una sociedad, una parte de los beneficios obtenidos en la actividad empresarial se destina a reservas y otra se reparte entre los propietarios. Esta última retribución es el dividendo.
1) La rentabilidad de los dividendos
Los dividendos, aunque no son la esencia de la inversión en acciones, sí se constituyen como un complemento a la rentabilidad que pueden obtener los accionistas de sus activos.
Si una persona es propietaria de títulos que valen 10 Euros cada uno y que le generan un dividendo anual de 0.5 Euros por acción, estará consiguiendo una rentabilidad del 5%, independientemente de que lo pase con el precio de estas acciones en la cotización diaria de la Bolsa. Actualmente, la rentabilidad media por dividendos está situada en el 5%.
2) Mecánica de cobro
Es importante tener en cuenta que el valor del dividendo se resta siempre del precio de cotización de las sociedades desde el momento en que se reparte entre los accionistas.
Si un título cotiza a 10 Euros y un día se reparte un dividendo de 0.5 Euros, en esa misma fecha el valor pasará a cotizar con el descuento del dividendo, a 9.5 Euros. Esta operación se realiza porque la empresa ve reducido su valor patrimonial. Los 0.5 Euros salen de sus recursos propios, de su caja, por eso hace este descuento en el precio.
3) Beneficios 10.000
Atendiendo al ejemplo de la ilustración, si una sociedad anónima consigue cerrar su cuenta de resultados con un beneficio de 1000 Euros, el Consejo de Administración se ha de plantear cómo va a repartir este dinero y qué finalidad le dará.
Podrá utilizarlo para realizar nuevas inversiones y mejorar la productividad, para pagar, a modo de retribución, a todos los propietarios de la compañía o para ambas cosas.
4) Reservas 800
Los gestores de una sociedad anónima no reparten todos los beneficios entre los accionistas. Una parte de este dinero (en el ejemplo de la ilustración, 800 Euros ) se queda en la propia compañía para inversiones o proyectos.
A esta parte de los beneficios se le llama reservas, ya que también se guardan por si se avecinasen tiempos peores y fuera necesario recurrir a ellas.
Toda sociedad anónima, siempre que no se encuentre en números rojos, debe tener una reserva, llamada legal, exigida por la Ley de Sociedades Anónimas.
5) Dividendos 200
Los dividendos, que son una fracción de los beneficios obtenidos, serán más cuantiosos para un accionista o para otro, ya que se reparten atendiendo al número de títulos que se tengan en propiedad.
En este ejemplo, los accionistas se distribuirían 200 Euros. Las empresas suelen repartirlos dos veces al año, aunque pueden hacerlo anualmente. La media que se destina a dividendos es el 50% de los beneficios.