Los intermediarios de la Bolsa actúan a modo de notarios.
Al igual que cuando compra, por ejemplo, una casa y ciertas gestiones no las puede hacer por sí mismo, en el mercado bursátil tiene que acudir a profesionales que ejecuten la contratación de los valores.
Entre las instituciones autorizadas destacan las sociedades y agencias de valores, porque pueden realizar todo tipo de operaciones.
1) Intermediarios financieros
Los bancos y las cajas de ahorro, aunque no son los intermediarios «per se» de la Bolsa, suelen ser los más utilizados por los pequeños inversores, cuya cartera de valores se reduce a una o dos sociedades.
Las entidades financieras y las de ahorro no están autorizadas para realizar operaciones de contratación, teniendo que acudir a un intermediario facultado para que las ejecute. Para paliar esta limitación, los bancos y las cajas cuentan con su propio intermediario autorizado, de manera que éste les realiza todas las operaciones de compra y venta.
Las entidades bancarias y de ahorro sí pueden recibir órdenes y gestionarlas, mediar en la colocación de nuevas emisiones, asegurarlas y gestionar carteras por cuenta de terceros, entre otras facultades.
Las cooperativas de crédito también son intermediarios financieros en la Bolsa, que también gestionan y reciben órdenes, al igual que las sociedades mediadoras en el mercado de dinero, las sociedades gestoras de carteras y los corredores de comercio.
2) Sociedades de Valores y Bolsa
No sólo son intermediarios de Bolsa, sino que además forman parte de ella, de uno o de varios mercados. Esto significa que las Sociedades de Valores y Bolsa son socios accionistas de la Sociedad Rectora de la Bolsa y tienen facultad para contratar en ella.
En el caso de que sea miembro de una sola Bolsa, sólo podrá negociar valores de ésta y de ninguna más. Si quiere contratar en un mercado de valores del que no forma parte, actuará de la misma forma que cualquier inversor, es decir, contratando a otro intermediario.
Las Sociedades de Valores y Bolsa reciben y canalizan órdenes de cualquier inversor, ya sea nacional o extranjero. También gestionan la suscripción de participación en fondos de inversión y son las depositarias de títulos de valores.
3) Agencias de Valores y Bolsa
Vienen a ser las primas hermanas de las Sociedades de Valores y Bolsa. También actúan en nombre de sus clientes a la hora de llevar a cabo operaciones en la Bolsa. Son el segundo tipo de intermediarios autorizados para contratar en la Bolsa.
Al igual que las sociedades, forman parte de la Sociedad Rectora de la Bolsa en la que operan y también pueden ser miembro de una sola Bolsa o de varias.
Todo inversor debe tener cuidado con los llamados «chiringuitos financieros». Se trata de intermediarios que, pese a no estar autorizados, operan directamente en la Bolsa incurriendo en delito.
4) ¿En qué se diferencian?
Son más numerosas las semejanzas que las diferencias existentes entre las Sociedades y las Agencias de Valores y Bolsa. Ocurre que la facultad que tienen las primeras para poder operar por cuenta propia es primordial.
Las Sociedades de Valores y Bolsa no sólo ejecutan las órdenes de sus clientes, sino que también lo hacen para sí, para obtener beneficios propios, diferentes a los generados por las comisiones que cobran a terceros.
El hecho de que operen por cuenta propia hace que les esté permitido asegurar emisiones de renta fija y variable, así como conceder créditos relacionados con la compra/venta de valores.
Aspectos que le están prohibidos a las Agencias de Valores y Bolsa. Junto a ellas, se encuentran las Sociedades y Agencias de Valores, a secas, que pueden realizar las mismas funciones que las primeras, pero a las que se le está vetada la ejecución directa en las operaciones.
A las agencias, al asumir un menor riesgo se les exige un capital social de 150 millones, mientras que en las sociedades, como actúan por cuenta propia, es de 750 millones de pesetas.