Los clubes de inversión son Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM) en pequeño. Están formados por un número reducido de personas, generalmente amigos o conocidos, que pretenden sacar un mejor partido a sus ahorros invirtiendo en el mercado de valores. Para ello, reúnen un patrimonio común, compuesto por las aportaciones de cada socio, con el que realizarán sus operaciones en el mercado.
1) Un FIM en pequeño
El funcionamiento y los objetivos de los Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM) es muy similar al de los clubes de inversión, con la única salvedad de que los últimos operan en Bolsa a pequeña escala.
La principal diferencia con el FIM tiene que ver con el tamaño del patrimonio y el número de socios. Mientras que el FIM aglutina a un gran número de inversores, desconocidos entre ellos, el club reúne a un grupo muy reducido de gente que suele compartir la misma carrera, el mismo trabajo o las mismas ideas. El patrimonio del club es ínfimo, comparado el del FIM. Sin embargo, el objetivo de ambos es el mismo: ganar dinero.
2) Amigos para invertir
A diferencia de otros países, los clubes de inversión son aún poco utilizados entre los inversores españoles.
Un ejemplo de este tipo de asociaciones son los grupos de amigos que proceden, principalmente, del ámbito universitario. Estudiantes de carreras relacionadas con el mundo de los negocios, como Empresariales o Económicas, se unen con el objetivo de poner en práctica la teoría que han aprendido en las aulas, y obtener, al tiempo, un dinero extra.
3) ¿Cómo funciona un club?
El funcionamiento del club es parecido al de los FIM: los clubes operan con un patrimonio propio, configurado jurídicamente como una comunidad de bienes. El patrimonio del club está compuesto por las aportaciones en metálico de los socios.
No todos los miembros del club han de tener las mismas participaciones. En el momento del reparto de las ganancias, cada socio recibe una cantidad proporcional a la aportación que haya hecho al patrimonio del club.
4) Ventajas e inconvenientes
Los clubes hacen posible que un grupo de pequeños inversores compartan sus conocimientos sobre la Bolsa.
Estas asociaciones tienen más ventajas respecto al inversor particular a la hora de recibir asesoramiento o lograr información de los intermediarios. Como contrapartida, el club de inversión aún no está contemplado expresamente en la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva.
Al no tener una tributación especial, muchos inversores se decantan por los FIM.