En el momento de contratar valores en Bolsa hay que considerar una serie de factores, como el momento que atraviesa la empresa en la que queremos invertir, sus posibilidades, la situación económica del país o la rentabilidad que deseamos obtener con nuestra inversión. Seleccionar bien los valores es vital para reducir (aunque no eliminar) los riesgos del mercado financiero.
1) Situación económica
La inversión a medio y largo plazo suele tener una rentabilidad elevada. Al contrario de las inversiones especulativas, que buscan grandes ganancias en poco tiempo, los ahorradores con objetivos a medio y largo plazo se aprovechan de la rentabilidad que ofrecen dividendos o ampliaciones de capital, dejando a un lado las grandes ganancias con grandes riegos.
2) El Endeudamiento de las Empresas
El aumento del endeudamiento de una sociedad repercute negativamente en la tranquilidad de sus accionistas. Si crecen las deudas, descienden los beneficios, y con ellos, la contratación de los valores de la sociedad en Bolsa. No hay que olvidar que el inversor tiende a buscar la máxima rentabilidad y el mínimo riesgo posible.
3) Expansión de la sociedad
Una sociedad puede expandirse por diferentes vías: adquiriendo nuevas compañías, ampliando su capital, conquistando otros mercados, etc. La expansión de una empresa es un reflejo del buen momento que puede estar atravesando, lo que, a su vez, se convertirá en el mejor aliciente para los inversores, deseosos de colocar su dinero en valores seguros y rentables. Nos encontramos con los denominados valores de crecimiento.
4) Descenso de los beneficios
El descenso de los beneficios de una sociedad puede actuar como factor psicológico negativo en el inversor. La salida precipitada de accionistas provoca la bajada del precio de los títulos de la empresa. Pero no hay que fiarse totalmente de los datos negativos. Muchas veces, la caída de los beneficios de una firma obedece a planes de inversión cuya cosecha se verá en el futuro.