Los tipos de interés se perfilan como el más importante de todos los elementos que pueden afectar o influir en los precios de las acciones. Si los tipos varían, sea cual sea la causa, se produce una cadena que acaba afectando a todos los niveles del mercado.
1) Si bajan los tipos…
Cuanto más altos sean los tipos de interés, menor atractivo tendrá la Bolsa para el inversor, ya que el mercado de renta fija y los depósitos bancarios le proporcionarán beneficios sin riesgo. El aumento de las inversiones en renta fija irá en detrimento de la inversión en Bolsa.
…sube la Bolsa
Por el contrario, la Bolsa subirá siempre que los tipos de interés sean bajos, como ocurre ahora en nuestro país, ya que los ahorradores y los inversores buscarán en la renta variable las altas rendimientos que no ofrecen ni la renta fija ni los depósitos bancarios.
2) ¿Qué es el tipo de interés?
El tipo de interés es el precio del dinero, o lo que es lo mismo, lo que cuesta pedir prestado dinero.
El Banco Central Europeo fija el tipo de interés , que será mayor o menor dependiendo del plazo en que tenga que ser devuelto el dinero prestado. Al ser el equivalente al precio del dinero, todos los tipos deben evolucionar en el mismo sentido, ya que, si el dinero se encarece, lo hace en todos los mercados. Los tipos de interés altos repercutirán en el encarecimiento de la financiación de las empresas y afectarán a su cuenta de resultados.
3) La evolución de los tipos de Interés
En el contexto macroeconómico, seis son los objetivos que tradicionalmente buscan todos los responsables de las políticas económicas de los distintos países:
Crecimiento Económico
Inflación
Tipos de Interés
Empleo
Déficit Público
Sector Exterior/Tipo de cambio
A la hora de analizar la influencia que estos factores macroeconómicos tienen sobre la evolución de los tipos de interés, dos son los indicadores cuya influencia en la previsible evolución de los tipos de interés es más relevante con bastante diferencia:
1) La inflación
2) Evolución del tipo de cambio.
La inflación es la variable que más determina la evolución de los tipos de interés.
El hecho de que los tipos de interés sean una variable tan globalizada hace que los flujos de dinero vayan buscando las mayores retribuciones en cualquiera de los mercados financieros del mundo; pero estas retribuciones han de ser evaluadas en términos reales, es decir, en términos de pesetas constantes o de poder adquisitivo, por lo que habrá que deflactar los tipos de interés nominales por el nivel de precios con objeto de conocer la retribución real del dinero. Esto provoca que, si un determinado país o zona económica aumenta su inflación, es muy probable que tenga que subir sus tipos de interés nominales para mantener su retribución real del dinero.
Cuando los mercados comienzan a desconfiar del futuro de algún país emergente, el primer efecto que se produce es un ataque a la divisa como consecuencia de la venta de activos denominados en la misma.
La primera reacción de los bancos centrales es el aumento de los tipos de interés para defender el tipo de cambio, lo que provoca a su vez un parón económico importante que puede seguir aumentando la desconfianza a nivel de los mercados internacionales. Esta situación es relativamente frecuente en los países emergentes y hay que tener mucho cuidado con ella ya que influye de manera absoluta en la evolución de los mercados como consecuencia del impacto inmediato en los tipos de interés de una debilidad de la divisa y su posterior influencia en el crecimiento económico.
Situaciones como la ocurrida en Méjico en 1994, en Rusia y Brasil en 1998 o en cualquier país de los llamados «tigres asiáticos» durante el periodo 1997-1998 son claros ejemplos a este respecto. Por lo tanto, en los países emergentes, y especialmente en el corto plazo, la evolución del tipo de cambio se torna en variable mucho más determinante de la evolución de los tipos de interés de lo que sería la inflación.
El resto de los objetivos macroeconómicos mencionados ya presentan una influencia mucho menos acusada en la evolución de los tipos de interés.
Así, el crecimiento económico y el empleo son datos muy relevantes en cuanto a la evolución de una determinada economía, pero sólo tendrán una influencia en los tipos si realmente ése crecimiento es generador de inflación (la creación de empleo es mucho menos significativa ya que normalmente es mucho más consecuencia del crecimiento que causa de él, aunque influya en el mismo por el lógico aumento de la renta disponible que suponen las rentas del trabajo).
El efecto del déficit público en los tipos de interés es limitado, especialmente en los países desarrollados, y sólo en países emergentes en los que un elevado déficit público exija al Estado recurrir a financiación que pudiera elevar los tipos de interés podría hacer que el impacto del déficit en la evolución de los tipos de interés fuera relevante.
El impacto del entorno internacional no es despreciable en el sentido de la globalización de los mercados de tipos de interés anteriormente mencionada.
Por lo tanto, como conclusión, podemos decir que los tipos de interés se verán influenciados básicamente por la evolución de la inflación en países desarrollados, por el comportamiento de la divisa en países emergentes y en ambos casos por la evolución de los tipos de interés a nivel internacional por el posible efecto contagio, aunque este factor, como hemos mencionado anteriormente, también es de influencia limitada en países de primera fila.