Básicamente todos los charts representan la curva de cotizaciones de las acciones de una empresa o de cualquier otro activo financiero (bono, futuro, etc.), pero pueden tener importantes diferencias visuales entre ellos. Estas diferencias surgen según se modifique la forma de medir las cotizaciones (eje vertical), o el periodo de cotización (eje horizontal). Además también pueden existir variaciones en la curva de cotizaciones, según se indique en el chart solo la cotización de cierre o se indiquen conjuntamente la cotización de apertura, la cotización máxima y mínima y la cotización de cierre.
Según la escala del eje horizontal (sesiones) el chart puede ser diario, semanal, mensual, etc. Un chart diario es aquel en que la curva de cotizaciones se forma añadiendo las cotizaciones de cada sesión. En un chart semanal, la curva de cotizaciones está formada por el conjunto de cotizaciones agrupadas por semanas. En un chart mensual, lógicamente, la curva de cotizaciones esta formada por el conjunto de cotizaciones agrupadas por meses; es decir en este chart la cotización de apertura es la de la primera sesión del mes, la de cierre es la cotización de cierre de la última sesión del mes, y la cotización máxima y mínima son las máximas y mínimas del mes. Cuanto más amplia es la agrupación de las cotizaciones mayor es el historial de cotizaciones (charts largos) que cabe en un gráfico, aunque a cambio se pierde el detalle de las últimas sesiones. El caso opuesto a los charts largos es el chart intraday que está formado por las cotizaciones de una sola sesión y sirve para analizar las cotizaciones a lo largo de una sola sesión.
Según la escala del eje vertical (cotizaciones) el chart puede ser aritmético o semi-logarítmico. El mas usual es el chart aritmético, en el que la escala de las cotizaciones es aritmética, con lo que a valores de subidas o bajadas iguales, corresponden espacios iguales en el eje vertical de las cotizaciones. Por el contrario, en un chart semi-logarítmico la escala de las cotizaciones (eje vertical) es logarítmica, con lo que a porcentajes de subidas o bajadas iguales corresponden espacios iguales en el eje vertical de las cotizaciones.
Por ejemplo: consideremos que cotización de un título pasa, en una fase «a» de 10 a 20 puntos, y luego en una fase «b» de 20 a 40 puntos. En un chart aritmético, en la fase «a», la curva de cotizaciones habrá ganado 10 espacios en la escala vertical y 20 espacios en la fase «b», dando la sensación de que la segunda subida es más importante que la primera, cuando en realidad en ambos casos la subida es igual en porcentaje, ya en ambas fases, la subida dobla (100 %) la cotización anterior. Es decir, en la fase «a», al pasar de 10 a 20 puntos, el resultado es subir 10 puntos y doblar (100 %) la cotización; en el segundo caso, en la fase «b», al pasar de 20 a 40 puntos, la subida ha sido de 20 puntos, (el doble que la anterior), pero también ha doblado (100 %) la cotización anterior. Es decir en porcentaje las subidas son iguales, a pesar de que visualmente, la segunda subida fase «b», dobla en valor absoluto a la primera, fase «a». Para evitar este falso efecto visual, un chart semi-logarítmico, en la escala de cotizaciones, expresa los incrementos, no en forma absoluta, sino en forma de porcentajes, con lo que es más realista para comparar cotizaciones que han aumentado mucho, debido a que el chart, por ejemplo, es muy largo.
Resumiendo, en los charts aritméticos, cada unidad de precio es de igual medida en la escala del eje vertical. Es decir si un valor pasa de cotizar desde 10 hasta 20, la distancia en la escala es la misma que si pasa de cotizar desde 100 hasta 120. Evidentemente, en el primer caso, hay un incremento del precio del 100 %, y en el segundo caso del 20 %. En los charts semi-logarítmicos, a diferencia de la escala aritmética, la escala logarítmica proporciona un mismo espacio a porcentajes iguales, esto es el espacio entre 100 y 120 es más pequeño que el de 10 a 20.
Por ejemplo, en 1986 el Indice General de la Bolsa de Madrid pasó de 100 a 200 puntos en un año, lo que representó una extraordinaria subida del 100 % en un sólo año, mientras que ahora una subida de 100 puntos representaría sólo un 15 % aproximadamente de subida. En estos casos es aconsejable usar un chart semi-logarítmico. Para ilustrar estas diferencias, representamos dos charts largos (mensuales) del Indice General de la Bolsa de Madrid, uno de ellos en escala aritmética y el otro en escala logarítmica (semilogarítmica).
Ha pesar de que en los dos charts, esta representando el mismo Indice General de la Bolsa de Madrid, el aspecto visual de ambos es muy diferente (ver chart 4 página 13), y las conclusiones que se pueden extraer analizando gráficamente ambos chart son desiguales. Por ejemplo si se valora la fase alcista iniciada en los mínimos de 1992, en el chart aritmético se saca la conclusión de que ya ha desarrollado una extraordinaria amplitud, unos 500 puntos del Indice General de la Bolsa de Madrid. Pero si lo analizamos en el chart semi-logarítmico, observamos que la actual fase alcista, en porcentaje, es del orden de las dos terceras partes del alza iniciada en 1983.