El chartismo es un sistema de análisis y pronóstico bursátil, que forma parte del análisis técnico. Se basa exclusivamente en el estudio de las figuras que dibuja la curva de cotizaciones en un gráfico bursátil (chart). Tiene su origen en los principios de siglo y se afianzó en los años treinta, ya que la amplitud y profundidad de la crisis de 1929 generaron nuevas reflexiones tendentes a aportar otras técnicas de análisis en bolsa, que mejorasen la información obtenida por el análisis fundamental. En Europa se dio a conocer a partir de los años cincuenta, y en España empezó a utilizarse a partir de la década de los setenta.
El chartismo, que se puede traducir como análisis gráfico, prescinde completamente del valor intrínseco que puede tener una acción, de los resultados de la empresa, de las noticias sobre la misma, etc. Centra toda su atención en la cotización, y en menor medida en el volumen de negociación, con estos datos, el analista técnico, dispone de dos elementos que no admiten mucha manipulación y que son fáciles de obtener.
El objetivo del chartismo es determinar las tendencias de las cotizaciones (es decir si esta en fase alcista o bajista) e identificar los movimientos que realiza la curva de cotizaciones cuando cambia de tendencia (es decir cuando pierde la fase alcista y pasa a bajista, y viceversa). Para obtener resultados se basa exclusivamente en el estudio de las figuras que dibujan sus cotizaciones. Este conjunto de figuras se hallan minuciosamente estudiadas y codificadas, indicando cada una de ellas la evolución futura de las cotizaciones con un factor de riesgo determinado.
El chartismo se basa en tres premisas:
– Todos los factores que afectan a una empresa se reflejan, y son descontados, por la cotización.
– Las cotizaciones se mueven por tendencias.
– Los movimientos de las cotizaciones siempre se repiten.
Teniendo en cuenta estas premisas, el análisis chartista, mantiene que conociendo la cotización, no es necesario analizar las causas que la mueven, siendo suficiente identificar con claridad la tendencia de la cotización y vigilar los movimientos de la misma para controlar y anticiparse a cualquier cambio de tendencia.
¿Qué es la curva de cotizaciones?
Al colocar en un chart, las sucesivas cotizaciones de un título, se forma la curva de cotizaciones. Es decir la curva de cotizaciones es el conjunto sucesivo de cotizaciones de un título expresados en un gráfico o chart. Esta curva permite analizar la evolución de la cotización a través del tiempo, es decir se puede ver si está en máximos o mínimos, si ha subido o bajado mucho en las últimas sesiones, etc. Además la curva de cotizaciones es el elemento básico, en que se apoya el chartismo, el cual estudia los dibujos y figuras que forma la curva de cotizaciones (figuras chartistas) para predecir la tendencia de la cotización o los futuros cambios de tendencia.
¿Qué es una directriz bajista?
Si observamos un chart, podemos comprobar que las cotizaciones se mueven siguiendo tendencias. Esto significa que durante un cierto periodo de tiempo las cotizaciones tienden a seguir una trayectoria que es predominantemente ascendente o descendente. Si la trayectoria es descendente, nos encontramos en una tendencia bajista, el origen de la cual, esta en que hay más vendedores que compradores.
Una vez definida una tendencia bajista, la directriz bajista, es la línea que une los máximos que se forman en los picos de la curva de cotizaciones, es decir, la directriz bajista es la línea que guía las cotizaciones a la baja, y que en ningún momento es superada por la cotización. No siempre la línea directriz bajista, adopta la forma de una línea recta única, pues a veces la directriz bajista es una sucesión de directrices bajistas con pendientes cada vez más acentuadas. Es muy importante identificar cuando se rompe la línea directriz bajista, pues es el preludio de una nueva fase alcista, que se debe aprovechar para comprar con decisión. Hemos visto que la línea directriz bajista, queda definida como la línea que une los sucesivos máximos de los picos descendentes de la curva de cotizaciones, luego se produce la rotura de la directriz, cuando un nuevo máximo de un pico, supera la línea directriz bajista, por ser más alto que el anterior.
Para considerar que una directriz bajista ha sido rota, esta ruptura ha de ser superior al tres por ciento del valor de la cotización, no pudiéndose dar por confirmada la rotura hasta que supera este nivel. No hay que olvidar la importancia del volumen en estas rupturas, el volumen de negocio nos da una idea de la fuerza del mercado en el momento de traspasar la directriz bajista. La fortaleza de una directriz bajista es mayor cuanto más veces rebotan las cotizaciones en ella sin lograr superarla, y también cuanto mayor tiempo permanece vigente. A cambio, cuanto más fuerte es la directriz bajista, más potencial alcista tendrá la cotización cuando consiga romperla. Habitualmente cuando la cotización rompe una directriz bajista, tiene una rápida y corta subida seguida de una caída hasta las cercanías de la resistencia (pull back), y es después de esta caída cuando se produce el movimiento alcista definitivo.
Por ejemplo Tubacex (ver chart), esta en fase bajista desde sus máximos de finales de junio, y se debe esperar la rotura de la directriz bajista, con un buen volumen de negocio, para comprar dichos títulos y aprovechar la nueva fase alcista que se iniciará con esta ruptura.