Este texto, que cierra una serie de tres, es el segundo más inútil de los que he escrito, porque sé que caerá en saco roto, como cayeron una serie de artículos que publiqué en Expansión hace 25 años, que titulé «consejos que al grande no le sirven y a los que el pequeño inversor no hará caso».
Pero publicados los dos artículos anteriores en los que explicaba «Cómo arruinarse poco a poco», o «rápido, rápido», había que rematarlo aconsejando cómo se podía ganar dinero en bolsa sin correr el riesgo de arruinarse.
Tenga claro que la bolsa es el mejor instrumento para rentabilizar sus ahorros obteniendo rentabilidades que superen a las que proporcionan los activos de renta fija o cualquier depósito. Atención a esto porque es el principio fundamental que jamás debe perder olvidar; he dicho RENTABILIZAR EL AHORRO.
Esto quiere decir que si las la letras de Tesoro están al 3%, usted hará una buena, buenísima o extraordinaria gestión de sus ahorros si obtiene un rendimiento anual del 5%, 6% ó 10%. Ahora bien, si aspira a ganar mucho dinero, tiene que partír de muchíiiisimo dinero. Y si no es así, olvídese de soñar despierto.
Les cuento una anécdota verídica. En el año 2006 le dije a un empresario amigo mío, que estaban comenzando a calentar Astroc. Y que lo iban a calentar mucho más, por lo que había pensado comprar al día siguiente. Yo también compraré, dijo. Poco tiempo después, le llamé y le dije que, desde nuestro precio de compra, había subido un 40% y que yo vendía.
Un mes más tarde nos volvimos a ver, Astroc, por supuesto seguía subiendo en vertical y me confesó que le había costado bastantes días poder venderlo todo. ¿Pero de cuánto estamos hablando? De tres millones ¿de euros?, pregunté con asombro. Por supuesto. Mi buen amigo, vendió más caro que yo, ya que cada día la cotización daba un salto hacia arriba. Yo saqué una tajadita, pero el cuarenta por ciento de tres millones, es la friolera de un millón doscientos mil euros.
Métase la anécdota que le cuento en la cabeza. Busque sólo una atractiva rentabilidad y nada más.
Tiene que tener muy claro es que la bolsa no es una caja mágica en la que meten mil euros y se sacan 5.000. La bolsa tiene un encanto que engancha y puede ocurrirle que disfrute más acertando que ganando dinero, pero requiere un periodo de aprendizaje. Y este es ya el primer escollo, para algunos, insalvable. Hay un altísimo porcentaje de personas que invierte en bolsa sin saber nada de bolsa, y así les va. No es necesario hacer un máster ni ir a una escuela de negocios, pero unos conocimientos básicos son imprescindibles.
La pasada semana una señora que me preguntó ¿qué hay bueno para invertir?.
Acababa de dar una mirada a todo el mercado español para seleccionar los valores protagonistas y fui anotando los que tenían mejor aspecto. Le di un total de diez valores, que por cierto han evolucionad bien. Me contestó diciendo que eran muchos, que le diese uno o dos como máximo. Lo que pretendía era invertir en bolsa preguntado aquí y allá, qué compraba. No es un caso aislado. Son muchos los inversores que siguen este procedimiento. Luego, si el valor sube, no saben proteger las ganancias, que terminan por evaporarse; si baja, no saben cortar las pérdidas. Y en todos los casos la culpa la tiene quien le aconsejó.
Ninguno de los que actúan así leerá este texto. Es muy largo. ¡Menudo rollo! Lo que buscan es que se les diga, por ejemplo, compre Duro Felguera y que además el que le dé el consejo acierte. En otras palabras, que le gestionen su ahorro a coste cero. Lo inaudito, es que se están jugando su dinero siguiendo los consejos del primer desaprensivo o adivino aficionado que tienen a mano.
Si usted no operaría a su perro, porque no es veterinario, no se meta en bolsa, sin haber adquirido los conocimientos mínimos para hacerlo.
Lo primero que necesita es conocer las reglas. El reglamento del juego. El Manual del Buen Bolsista, le llevará de la mano, partiendo de cero, y alertándoles de todas las trampas que encontrará en el camino. Le dará los principios básico de análisis técnico y del fundamental De este manual se han hecho 14 ediciones, está en imprenta la 15ª y se han vendido más de 35.000 ejemplares. ¿El autor?. Un tal Fernández Hódar.
Necesita conocer un sistema de análisis. Yo le aconsejo comenzar por el técnico y, poco a poco, ir adentrándose en el fundamental.
Mi primer libro de análisis técnico fue: Análisis Técnico de las Tendencia de los Valores (Edward & Magee). Se le conoce como La Biblia del Chastismo. Es un poco ladrillo. Resulta mucho más didáctico y ameno el manual Análisis Técnico de los Mercados de Futuros (Murphy), para mí, el mejor libro que se ha escrito sobre este método de análisis.
Si quiere ir perdiéndose en el bosque y ver brujas, meigas y fantasmas, le aconsejo la Enciclopedia de los Indicadores Técnicos (Colby & Meyers).
Y para jugar un poco a ser adivino, léase el Principio de la Onda de Elliot (Precther) Es lo mejor que se ha escrito sobre la teoría de Elliot y de él han copiado no sé cuántos autores de libros. Es una herramienta muy útil, que sirve cuando sirve. Me explico, una llave allen sirve para determinados tornillos y no podemos intentar emplearla siempre, sea como sea el tornillo. Algo tan simple como esto, hay quien no lo entiende y cantidad de analistas técnicos se pasan la vida contando ondas, cuando nada hay que contar.
Una vez que sepa cómo funciona la bolsa, necesita un buen programa de gráficos. Yo comencé con Computrack, pero dejaron de fabricarlo y mantenerlo y desde hace bastantes años mi herramienta de trabajo es Metastock. Hay intermediarios que se le actualizan las cotizaciones diariamente. Yo los actualizo con Gesmovasa. Pero si no quiere tener un programa propio, en Expansión puede ver gráficos profesionales y los principales intermediaros ponen a disposición de sus clientes, de forma gratuita, buenos programas de gráficos.
Esto de ganar dinero en bolsa no es fácil, cada cuatro, cinco o siete años viene un batacazo que, si no anda espabilado, se puede comer todo lo ganado en los cuatro años anteriores. Tenga en cuenta que:
El dinero ganado en bolsa es sólo un préstamo que hay que devolver con altísimos intereses si no hemos sabido salir a tiempo
Y es así, porque en la práctica,
Es mucho más difícil elegir el momento de vender que el de comprar.
A pesar de que muchos inversores digan que no les preocupa una caída porque ellos van a largo, no siempre es cierto, porque con frecuencia
La inversión a largo es aquella, a corto, en la que nos hemos equivocado.
Hay un principio que jamás debe olvidar: invierta en bolsa sólo el dinero que no vaya a necesitar, porque el momento en el que necesite el dinero puede que no sea el más apropiado para vender. Recuerde:
Quien vende por necesidad, pierde por obligación.
Estos y otros muchos aforismos, fruto de la experiencia y de la sabiduría popular, los encontrará en el Manual del Buen Bolsista. Con él no se hará millonario invirtiendo en bolsa. Pero si sigue sus enseñanzas jamás tendrá un serio descalabro.
Para terminar, le voy a regalar la mejor herramienta para invertir en bolsa:
PRUDENCIA Y SENTIDO COMÚN
Fuente: José A. Fernández Hódar