¿Qué es el Ibex 35?
El Ibex-35 es el principal índice de referencia español, creado en el año 92, elaborado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y formado por las principales 35 empresas cotizadas de la Bolsa española; las de mayor liquidez. Cada país tiene su índice de referencia: en Alemania el Dax 30; en Francia, el CAC40; en Reino Unido, el Footsie 100; en EEUU, el SP500, el Dow Jones 30 o el Nasdaq100; en Europa el Eurostoxx 50?
La cotización del Ibex, refleja el comportamiento de los 35 valores que lo componen, pero no todos tienen el mismo peso o influencia. Ponderan mucho más las empresas de mayor capitalización bursátil. Los “blue chips” son los 5 grandes del Ibex: Santander, Telefónica, Repsol, BBVA e Iberdrola. En los últimos años las fortísimas subidas de Inditex lo sitúan como el valor de mayor capitalización del Ibex-35 y por lo tanto sus movimientos cada vez repercuten más en el precio del selectivo español. Realmente el movimiento de estas seis grandes empresas repercute mucho más en el precio que el movimiento de las otras 29 empresas (ya que ponderan más del 65%). Es decir, son muy pocas empresas las que realmente mueven al Ibex.
El resto de acciones de empresas con menor liquidez a las 35 del Ibex, cotizan en el mercado continuo. Desde hace algunos años existe además un mercado para Pymes cotizadas, llamado MAB, Mercado Alternativo Bursátil, en el que cotizan empresas de liquidez muy reducida.
El horario del Ibex es de 09.00h de la mañana hasta las 17.30h de la tarde, con dos subastas para fijar el precio de inicio y de fin de sesión. La primera desde las 08.30h hasta las 09.00h y la segunda desde las 17.30h hasta las 17.35h.
El Ibex-35 no tiene siempre los mismos componentes. Cada seis meses -en junio y diciembre- el Comité Asesor Técnico del Ibex se reúne para estudiar posibles cambios de composición en el selectivo. …
Las fuertes caídas en Bolsa y la consecuente pérdida de capitalización bursátil y la caída del volumen y la liquidez; las fusiones o absorciones son los principales motivos para que un valor sea expulsado del Ibex. El Comité Asesor técnico funciona como una especie de entrenador de fútbol que cada seis meses hace una convocatoria, para alinear dentro del Ibex a las 35 empresas que más “en forma” estén en Bolsa, pero siempre con un criterio de capitalización bursátil y liquidez. De esta forma poco tienen que ver los componentes del Ibex 35 de hace 10 años con el actual.
Existen para especular con el índice, productos derivados del Ibex, que tienen como subyacente al Ibex, como ETFs del Ibex, opciones y warrants sobre el Ibex, CFDs del Ibex y futuros del Ibex (mini Ibex e Ibex Plus). Los futuros del Ibex cotizan desde el año pasado entre las 09.00h y las 20.00h.
Las posiciones cortas o bajistas
¿Qué son las posiciones cortas en Bolsa? Se denomina ponerse corto en Bolsa a ponerse bajista, a invertir a la baja.
La Bolsa sube y baja, se mueve en las dos direcciones. Cuando los inversores descuentan que lo peor de una crisis ha pasado, la Bolsa comienza a subir y sigue subiendo mientras los datos económicos apuntan a esa recuperación, de la contracción económica pasamos a un escenario de crecimiento y la Bolsa suele reaccionar con subidas en esta etapa. Las tendencias alcistas y las subidas terminan cuando llegamos a un momento de euforia desmedida, donde la realidad ya no es capaz de cumplir las expectativas y ahí comienza una tendencia bajista, repitiéndose este ciclo eterno década a década.
La Bolsa suele adelantarse como mínimo 6 meses a la economía real, ya que descuenta expectativas. Por lo tanto, no tiene sentido invertir solo en una de las 2 direcciones en las que se mueve el mercado.
Todos entendemos que si esperamos que una acción suba y compramos por ejemplo a 5 euros y vendemos a 6 euros, hemos ganado 1 euro por acción. Si hemos comprado 1.000 acciones, eso supondría 1.000 euros de beneficio. Esta es la manera tradicional de invertir de millones de inversores. Pero también se puede ganar cuando la bolsa cae, abriendo posiciones bajistas/cortas. Y esto lo vienen haciendo los grandes inversores o hedge funds desde hace décadas, pero en los últimos años comienza a ser habitual que los pequeños inversores también busquen productos para ganar si la Bolsa cae.
Si prevemos que una acción caiga, podemos vender primero -sin ser previamente poseedores de la acción- para intentar comprar más barato. Es decir el proceso sería exactamente el contrario al explicado anteriormente. Vendemos a 6 euros y compramos a 5 euros, hemos ganado 1 euro por acción. Si hemos vendido 1.000 acciones, eso supondría 1.000 euros de beneficio. Este tipo de operaciones bajistas se pueden hacer con numerosos productos como con el préstamo de acciones -pidiendo prestadas las acciones pagando un pequeño interés para así poder venderlas y recomprarlas posteriormente al cerrar la posición-, con los CFDs o a través de productos derivados más complejos como los futuros, las opciones, los ETF inversos o los warrants.
En este sentido los más sencillos de comprender y que más rápido se están extendiendo son los CFDs. Con gran tradición ya en países anglosajones como Reino Unido, cada vez más inversores españoles utilizan este producto donde el inversor puede posicionarse tanto al alza como a la baja. El riesgo en este tipo de productos es el mismo que comprando acciones, y es que el producto donde invirtamos haga lo contrario a lo que esperamos y saber controlar el apalancamiento de los productos derivados.
El apalancamiento significa que con los productos derivados el bróker o plataforma de inversión, solo nos obliga a depositar un porcentaje del capital que invertimos en concepto de garantía. Obviamente si la posición que tomamos evoluciona muy negativamente, pueden obligarnos a cerrar la posición o aumentar las garantías. Esto es solo un problema si no se conoce y controla dicho apalancamiento. Es decir, siguiendo el ejemplo anterior. Con CFDs vendo 1000 acciones a 6 euros de la empresa X porque creo que va a caer; esto supone una inversión de 6.000 euros, pero el bróker solo nos pedirá por ejemplo un 10%, eso serían 600 euros en concepto de garantías. El inversor debe ser consciente de que no está invirtiendo 600, sino 6.000 euros, dado que las ganancias y pérdidas serán en base a los 6000 euros invertidos y no a los 600 euros que ha depositado en concepto de garantía. Si la acción baja a 5 y cerramos la posición -la de venta se cierra comprando- habremos ganado 1 euro x 1.000 acciones = 1.000 euros. Si en vez de caer la acción sube de 6 a 7 euros, habremos perdido 1euro x 1.000 acciones = 1.000 euros. Sería una ganancia o una pérdida de 1.000 euros habiendo depositado solo 600 euros en concepto de garantías, pero nunca es recomendable apalancarse en exceso, sino especular o invertir con el dinero que tenemos para invertir, aunque el bróker nos permita especular con 10 veces más al dinero que poseemos; eso es el apalancamiento, propio de los productos derivados.
Este tipo de operativa puede utilizarse para especular a la baja, pero también para cubrir carteras. Es decir, imaginemos que queremos mantener a largo plazo una acción, durante décadas, pero pensamos que la Bolsa puede caer mucho durante un cierto tiempo. Durante ese tiempo podemos cubrirnos, poniéndonos bajistas en la misma cantidad que tenemos abierta. Sería una forma de “congelar” las ganancias, seguir cobrando el dividendo, si es que la acción entrega dividendos, y ahorrarnos un disgusto.
David Galán