Cuanto un inversor se plantea invertir por vez primera en un mercado determinado, siempre surge esta duda: ¿qué es mejor, empezar con una cuenta real o con una cuenta demo?. En general, se oyen muchos razonamientos que desaconsejan la utilización de cuentas demo, ya que nuestra resistencia psicológica no se ve puesta a prueba con ellas y, por tanto, no nos vamos a comportar igual que cuando nos veamos inmersos en una operación con dinero real.
Efectivamente, la principal desventaja de una cuenta demo (o virtual) es que, con ella, no sentimos ninguna presión psicológica. Es decir, cuando abrimos un trade apalancado 10 veces y, una hora después, nuestra operativa va cayendo un -20%, nuestra mente está tranquila porque realmente no estamos perdiendo nada. Pero, ¿qué pasaría si ese -20% se tradujera en una pérdida de dinero real? ¿seríamos capaces de permanecer igual de templados?
Una vez dicho lo anterior, estoy de acuerdo con la siguiente afirmación: el hecho de que un sistema de inversión funcione en una cuenta demo no implica que vaya a funcionar en una cuenta real. Es evidente que con dinero virtual es muy fácil soportar drawdowns elevados, incluso del -50% de la cuenta, cosa que casi ningún inversor sería capaz de aguantar con su cuenta real.
Pero, ¿significa esto que una cuenta demo no tiene ninguna utilidad? Pues con esto no estoy de acuerdo. La razón es que también es cierto el siguiente enunciado: si un sistema de especulación no funciona en una cuenta demo, entonces es prácticamente imposible que funcione en una cuenta real. Creedme, lo he probado, y lamentablemente es así.
Al principio, allá por el año 2003, cuando empecé en esto de los mercados financieros (en particular, con la Bolsa), estuve probando con varios sistemas obtenidos de la lectura de diferentes libros, y cuyos backtestings resultaron bastante prometedores. Como no soy muy valiente, lo que hice fue empezar a probarlos en sus correspondientes cuentas demo, todos durante 1 año completo.
¿Qué ocurrió al final de aquel año? Pues que, sorprendentemente, algunos de aquellos sistemas tan prometedores habían acabado con terribles drawdowns de hasta -30% ó -40%. La parte positiva fue que, al haberlos operado en cuentas demo, aquello no me había afectado monetariamente. Por tanto, ¿hice mal al no haberlos probado con cuentas reales, en vez de «perder el tiempo» con cuentas demos?
En mi caso, el haber utilizado estas cuentas virtuales me salvó de perder una importante cantidad de euros. De hecho, de haber sufrido esas pérdidas en una cuenta real, mi situación económica resultante quizás me hubiese hecho abandonar la Bolsa (y, por ende, los mercados financieros) para siempre.
Por tanto, resumiendo, creo que es imprescindible emplear (durante un tiempo predefinido) una cuenta demo a la hora de empezar a trabajar con un sistema nuevo. Y, después, cuando veamos que las rentabilidades están siendo positivas, entonces podemos pasar a operar en una cuenta real. ¿Nos va a garantizar esto que el sistema va a funcionar en real? No, pero nos va a ayudar a establecer un filtro inicial que nos ahorrará bastante dinero: los sistemas que pierden en demo no merecen el esfuerzo de ser probados en real.
Dicho de otra forma:
1º) Si no sabemos si un sistema es rentable o no, primero hay que operarlo en una cuenta demo durante un periodo de tiempo preestablecido. Algunos autores recomiendan realizar hasta 1.000 trades en demo antes de pasar a real.
2º) Si sabemos que un sistema es rentable y tenemos confianza en él, entonces ¿qué sentido tiene preguntarse si hay que operar en cuenta demo o en cuenta real? Obviamente, operemos con dinero real, trabajemos el aspecto psicológico y disfrutemos de las ganancias…
Si, a pesar de todo lo indicado, seguís pensando que lo mejor es empezar directamente con una cuenta real y sois conscientes de los peligros, pues adelante. Os admiro por vuestra valentía. Y espero que nunca sufráis los drawdawns que yo tuve que soportar en mis cuentas demo en mi primer año de operativa en Bolsa.
Pues nada, espero que lo comentado os sirva de ayuda. Por supuesto, en los mercados nada es válido al 100% y seguro que hay alguien al que le resulta más rentable comenzar directamente con una cuenta real. Pero, sinceramente, creo que a la mayoría de los inversores les va a merecer la pena empezar con cuentas demo.
Fuente: Tambolsa