Una de las estrategias clásicas consiste en apoyarse en las pautas triangulares para realizar entradas en los activos de los diferentes mercados. Estas operativas suelen integrarse en lo que se llama «momentum trading», es decir, que tratan de aprovechar el impulso puntual que se produce tras la ruptura de un triángulo para entrar en el mercado, capturar algún beneficio y salir antes de que dicho impulso decaiga.
Para poner en práctica esta estrategia, lo primero que hay que hacer es identificar pautas triangulares en los gráficos de mercados (aquí os dejo un enlace en el que se explican los diferentes tipos de triángulos chartistas que nos podemos encontrar). Los más favorables para el momentum trading son los triángulos simétricos, aunque tampoco hay que descartar la operativa con el resto de ellos.
Una vez identificado el patrón triangular en un gráfico, debemos proceder a trazar tanto la directriz alcista como la directriz bajista que envuelven al movimiento. Así tendremos controlado al precio y podremos seguir su evolución en el interior del triángulo (en la imagen podemos ver cómo se ha identificado un setup en el gráfico de Abertis).
Tras un cierto tiempo de maduración, finalmente se producirá la ruptura de una de las dos directrices que envuelven al triángulo. En el ejemplo, podemos ver como se ha producido la ruptura de la directriz bajista superior (resistencia de la pauta). Como era de esperar, tras dicha ruptura se produce un fuerte impulso que eleva la cotizacion rápidamente. Y, como también era de esperar, tras esa subida fugaz el precio pierde su impulso (momentum) y comienza a perder altura.
Pues bien, este nivel en el que se produce la ruptura de la directriz es el punto que se debe elegir para abrir posiciones en el valor (flecha morada en la imagen). Es el momento ideal, porque así aprovecharemos todo el impulso de corto plazo que se va a producir en la cotización.
Aparte del indicado, existe otro punto en el que también se pueden abrir posiciones. En la imagen del ejemplo podemos ver que, tras el impulso inicial, la cotización vuelve a caer y ejecuta un perfecto pullback que se apoya sobre la antigua directriz bajista. Aquí también sería factible entrar en el valor, justo cuando se ha completado el pullback del movimiento (flecha azul en la imagen).
Como stoploss de la operativa se deberá usar algún nivel no demasiado alejado del punto de entrada. Por ejemplo, podría servir el mínimo de la vela anterior a la del punto de ruptura; o también podríamos utilizar una media móvil de corto plazo (por ejemplo, la MM marrón de la imagen). La idea es no dejar demasiado margen para que el movimiento se vuelva en nuestra contra (aquí tenéis un enlace con los diferentes tipos de stoploss que se pueden emplear).
Una cosa importante a tener en cuenta en esta operativa de momentum trading es que es conveniente emplear un trailing stop para ir cubriendo nuestros beneficios. Tengamos en cuenta que son movimientos impulsivos y, por tanto, pueden empezar a decaer en cualquier momento. No tienen nada que ver con los movimientos tendenciales ya consolidados, donde el trailing stop puede producir más daño que beneficio.
La idea de esta estrategia no es conseguir un ratio riesgo/beneficio de 1:3, con un porcentaje de éxito del 33% (como podríamos buscar con las operativas tendenciales). Aquí el objetivo va a ser conseguir porcentajes de éxito de un 67% con un ratio riesgo/beneficio que normalmente estará próximo a 1:1.
Es importante no caer en la tentación de ir a buscar ratios de 1:3, ya que prácticamente no se alcanzan nunca. De hecho, según los estudios, el 80% de las operaciones exitosas de momentum no superan el ratio riesgo/beneficio de 2:3. Por tanto, buscar 1:3 es conducir nuestra operativa directamente al fracaso.
Por cierto, recordad practicar la estrategia primero en paper trading. Posteriormente, cuando ya tengáis la suficiente seguridad con ella, será el momento adecuado para pasar a operar en una cuenta con dinero real.